nHace un mes el problema era que al Cartagena se le caían los goles de las manos pero los recibía a mansalva. Ahora, a falta de que las piezas en el ataque se vuelvan a engranar, la zaga albinegra garantiza la seguridad que exigía su técnico, Alberto Monteagudo. La victoria contra el San Fernando rompió una racha de cuatro partidos sin ganar. Sin embargo, en ese bache los albinegros tampoco sufrieron una sangría de goles en contra, ni mucho menos. Los malos resultados se debían más a la falta de pegada de los delanteros y a las bajas en la medular de hombres indispensables durante esta temporada: Cordero, Chavero, Álvaro González, etc.

Los datos saltan a la vista: el conjunto albinegro recibió ocho tantos en los cinco primeros partidos de la temporada (tres de ellos en El Ejido), incluyendo las dos rondas iniciales de Copa del Rey. La cifra se reduce a cuatro goles encajados en las siete últimas citas. Algunos de los goles recibidos se debían a errores trascendentales de la retaguardia cartagenerista. El técnico reclamaba más sobriedad a sus hombres y ajustar la línea trasera para acabar con la hemorragia de goles en contra. Y, desde luego, lo han conseguido.

Desde la jornada cuatro, a los rivales les cuesta horrores franquear la zaga del Cartagena, y en cuatro ocasiones no lo han conseguido: en la victoria a domicilio en La Condomina con la puerta a cero, en el empate sin goles en casa ante el Villanovense, en el triunfo en Talavera de la Reina que les dio el pase a los dieciseisavos de la Copa del Rey y en un nuevo partido exento de tantos contra el Córdoba B. En ese período, los pupilos de Monteagudo sumaron dos derrotas a domicilio, en Mérida (2-1) y en Marbella (1-0), aunque la balanza podía haber caído para uno u otro lado en cualquiera de los casos.

Ante el San Fernando, los cartageneristas comenzaron por debajo en el marcador por una mano absurda de Jesús Álvaro. Sin embargo, en la segunda parte le dieron la vuelta al partido ejerciendo un dominio insultante y sin amenazas a la portería que defiende Pau Torres.

Moisés asume los galones

El técnico de Valdeganga ha encontrado a su líder en la defensa tras la marcha del inconmensurable Gonzalo Verdú. Moisés, bigoleador ante el San Fernando, completó una actuación fuera de serie tanto en labores ofensivas como defensivas. El sevillano, que cumple su tercera campaña en las filas albinegras, domina el balón parado en una y otra área, y está rapidísimo al corte en cualquier acción del rival en ataque. Monteagudo también valora su salida de balón, casi impecable, un aspecto fundamental para iniciar la jugada de los suyos.

A su vera, Míchel Zabaco ha dejado a un lado las dudas del principio de temporada y está al cien por cien físicamente. Tanto uno como otro deben rendir a su máximo nivel porque por detrás amenaza su puesto un chico venezolano en cuya biografía figura ya un título de campeón del mundo sub-20. Josua Mejías exhibe en cada duelo su fortaleza física y su rapidez. En el otro lado de la moneda, la hinchada sigue a la espera para ver al mejor Alberto Aguilar y el club no puede contar con el canterano Mauro Lucero en los próximos meses porque tuvo que ser operado de una fractura en un dedo del pie.

Sin embargo, el Cartagena aún tiene mucho terreno por mejorar en ese aspecto. Es el único de los once primeros clasificados del grupo IV que ha alcanzado los diez goles recibidos en la competición liguera. De hecho, los Monteagudo son séptimos en la tabla, pero empatados a puntos con el cuarto clasificado, la Balompédica Linense. Los gaditanos, al igual que el Mérida y el Melilla están por delante de los albinegros porque el goal average de los cartageneristas es bastante peor, principalmente por el elevado número de goles en contra. En cuanto a la aportación ofensiva, el Cartagena es el equipo más goleador del grupo con 14 tantos, igualado con el Real Murcia, que también está fuera de los puestos de play-off.

Dos mitos ilustran el cartel del Cartagena-Sevilla

´Del Cartagonova al cielo´ es el lema que ha elegido el FC Cartagena para emplear en el cartel del esperado enfrentamiento de Copa del Rey que medirá a los albinegros con el Sevilla FC el próximo martes 24 de octubre a las 19:30 horas. Ambas entidades han vivido la tragedia en sus carnes por la muerte de dos futbolistas que habían vestido su camiseta. En el caso de los cartageneristas, Miki Roqué, que había sido protagonista en el histórico ascenso a Segunda, falleció a los 24 años por un cáncer en la pelvis. Por entonces, ya vestía desde hacía tres temporadas los colores del eterno rival del conjunto sevillista: el Real Betis Balompié. Por él atrona una ovación en el Cartagonova en cada minuto 22.

Por su parte, los de Nervión sufrieron la angustia de ver desplomado a Antonio Puerta en aquella fatídica tarde del 25 de agosto de 2007. El jugador, que solo tenía 23 años, sufría un paro cardiaco en el transcurso de un partido contra el Getafe y fallecía tres días más tarde en el hospital.

La suerte emparejó a estos dos conjuntos en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, en un partido que se vivirá con especial ilusión en la ciudad portuaria, pero también con cierta emotividad.

El Cartagena disputará este encuentro con solo un día de descanso, ya que jugará el domingo a las 12:00 ante el Granada B. Por su parte, los de Berizzo, tras medirse al Spartak de Moscú, viajan el sábado a Mestalla para medirse al Valencia, el segundo clasificado de La Liga y una de las sensaciones de este inicio de campeonato. Los sevillistas, quintos en la tabla, necesitan los puntos para no descolgarse de los puestos de Champions tras perder con el Athletic.