Alejandro Chavero ha hecho olvidar por momentos a Quique Rivero como organizador en el centro del campo del FC Cartagena. El barcelonés de 33 años se había asentado en la posición en los primeros encuentros de Liga y con él sobre el terreno de juego el equipo albinegro ha ganado tres partidos y empatado otro.

Las lesiones le han imposibilitado poder estar en los dos últimos partidos y además en el encuentro ante el Mérida en la jornada sexta se tuvo que retirar al concluir la primera parte, tras sufrir un golpe en una acción con un rival de aquel enfrentamiento.

Sin Chavero, el preparador albinegro ha tenido que ir cambiando los jugadores que ocupan esta demarcación con menos fortuna. De esta manera, a Chavero lo han sustituido Sergio Jiménez, Adama y Poley, pero ninguno de ellos cumple de igual forma con el cometido de Chavero.

El futbolista albinegro participó como titular en los enfrentamientos ante el Recreativo de Huelva, El Ejido y Melilla (dos victorias y un empate). Frente al UCAM Murcia el preparador decidió reservarlo en el banquillo ya que esa misma semana había participado en la Copa del Rey y necesitaba más tiempo para recuperarse. Aún así, la lesión de Álvaro González provocó que tuviera que saltar al campo en el minuto 35 de partido y con él sobre el terreno de juego el bloque albinegro se afianzó y superó al UCAM Murcia con autoridad.

En los cinco últimos encuentros tan sólo ha podido ser titular en dos ocasiones, Villanovense (empate sin goles) y el anteriormente indicado Mérida (se retiró tras el descanso). Luego ha participado solo 11 minutos en el Cartagena-Córdoba tras el que se resintió de unos problemas musculares (contractura en el isquiotibial), lo que le hicieron parar en las dos últimas jornadas ligueras.

Ya la pasada temporada en la Ponferradina su aportación disminuyó con respecto a las anteriores campañas en el Real Murcia. En el equipo leonés jugó 29 partidos como titular, aunque solo acabó 20 de ellos.

Un puesto de alto riesgo

El entrenador aguarda la vuelta de Chavero con muchas ganas, ya que cada vez se está complicando más saber quién puede desempeñar las funciones en medio campo tras el cúmulo de jugadores que andan con problemas en las últimas semanas. Y es que el caso de Chavero no es algo aislado, ya que la ausencia de Adama -estará de baja alrededor de tres meses- es el tercer contratiempo que ha sufrido el equipo en este arranque de temporada. Si Chavero no termina de recuperarse, Adama está lesionado y hay un tercero en discordia, Miguel Ángel Cordero, que también ha permanecido de baja desde el 24 de septiembre -ante el Mérida-, es lógico que el preparador tenga que improvisar cuando los contratiempos aparecen en un partido. Ese caso fue el del encuentro contra el San Fernando, en el que el preparador albinegro sustituía a Sergio Jiménez por un defensa central, Alberto Aguilar, a falta de efectivos en esa posición en el banquillo.

El equipo ha sufrido estas jornadas precedentes un enorme déficit de futbolistas de medio campo y las bajas lastran la capacidad creadora de un equipo que está muy supeditado, por el fútbol que practica, a jugadores que triangulen en corto en medio campo, retengan el balón cuando deben o manden en largo en el momento adecuado.

En los dos últimos encuentros esa labor le ha tocado desempeñarla a Gonzalo Poley, un futbolista que no se parece a Chavero en cuanto a su manera de leer los encuentros. Aguanta menos el balón en los pies y prefiere tocar rápido y en corto, casi siempre hacia atrás.

Dos posibles vueltas

Para el partido del próximo domingo ante el Granada B -a partir de las doce del mediodía-, el preparador cartagenerista podría recuperar hasta dos de los tres lesionados. Chavero y Cordero se encuentran en la fase final de su recuperación y es probable que esta semana consigan entrenarse con el resto del grupo. Eso sí, su dilatada estancia en el dique seco hace inviable que cualquiera de los dos pudiera saltar de inicio al campo para ser titular, por lo que es más que probable que Sergio Jiménez y Poley vuelvan a ser el tándem que desempeñe tal labor, como ya lo hiciera en la derrota frente al Marbella y en la victoria contra el San Fernando.

Se ha convertido la posición de medio campo en un puesto de riesgo, a tenor del número de incidentes acaecidos en tan poco tiempo jugado en la presente temporada.