Como Popeye con sus espinacas, Obélix después de caer en la marmita, el peor enfado del increíble Hulk o el óxido nitroso en la saga de Fast and Furious. El UCAM CB Murcia canalizó ayer toda su energía ante el Morabanc Andorra (81-77) para sumar el primer triunfo de la temporada en la Liga Endesa y lo hizo en un partido agónico que superó las dos horas. Un examen de concentración en medio de batallas de 24 segundos en las que el equipo de Ibon Navarro dejó varios avisos del bloque en el que se quiere convertir. Atrás se quedó la desconexión del ataque de hace una semana o la falta de intensidad en el rebote del pasado miércoles, el UCAM no solo enseñó sus virtudes y exhibió sus músculos, sino que también utilizó ambas cosas para dejar aturtido a un rival que contaba con una media de 90 puntos a favor en los dos primeros partidos de la temporada.

Buena parte de la culpa la tuvo un Marcos Delía que ayer se transformó durante el partido. El argentino pasó de lamentarse por dejar escapar un rebote que se esfumó de sus manos en una de las primeras jugadas a firmar su mejor actuación desde su llegada a Murcia. Con 13 puntos y 15 rebotes, siete de ellos ofensivos, la furia y la rabia del pívot sirvieron para mantener al UCAM vivo en el doble pulso vivido en cada canasta y en el que se sustentó buena parte del triunfo. Delía junto a Tumba, con tres tapones y un 4/4 en tiros de dos, tiraron por tierra el plan de Joan Peñarroya, entrenador del Andorra, que consistió en partir los minutos de Diagné y Karnowski, siendo el último el que disputó toda la segunda parte. A eso se sumó Sadiel Rojas con un arranque espectacular en el que anotó diez puntos en los primeros ocho minutos y donde exhibió un alto porcentaje desde el triple. El alero fue clave en el agónico desenlace -además de por su innata defensa- por anotar los tiros libres previos a la última posesión del Andorra para finiquitar prácticamente la victoria.

Entre tantos espartanos se movía como un bailarín Clevin Hannah. El base, que cometió pocos errores, dio la impresión de pasar casi desaparcibido durante el choque pero fue muy importante a la hora de mover el balón y de romper a la defensa andorrana con varias entradas a canasta. Además, se vio obligado a jugar más de media hora debido al castigo que sufrió Kloof con las faltas.

El UCAM fue de menos a más en el inicio del choque, aunque pudo hacer más daño a su rival y llegar al descanso con una ventaja cómoda que perdió en una jugada aciaga (41-31). Sin embargo, los visitantes recortaron cinco puntos con un triple de Albicy y una falta que convirtió desde el tiro libre Stevic, pero Hannah minimizó los daños en la última jugada antes del descanso (43-36).

El Morabanc Andorra saltó al parqué del Palacio dispuesto a cambiar su imagen de la primera mitad y lo consiguió hasta el punto de poner contra las cuerdas al UCAM. El partido ya dio sus primeros avisos de que iba a durar más de lo normal con un juego trabado y en el que las faltas marcaron el ritmo. Fue entonces cuando apareció la mano de Brad Oleson y también el empeño de un Marko Lukovic que ayer tuvo más trabajo más por dentro que por fuera, pero Karnowki sostuvo al Andorra desde el poste bajo (62-60).

Las cosas se complicaron más para los planes de Ibon Navarro cuando Tumba y Kloof cometieron su cuarta falta, aunque si el equipo llega a estar más acertado desde el tiro libre tal vez hubiera podido ahorrar más de una uña a algunos aficionados.

Otro de los que se unió al derroche físico fue el veterano Álex Urtasun que se sacó de la manga ocho puntos consecutivos en el último cuarto, con dos triples, cuando las cosas más se complicaron para el UCAM en tramo final y después de que el Andorra le hubiese dado la vuelta al marcador (69-69). Mientras que los universitarios seguían perdiendo soldados, con Soko y Delía eliminados, más tensión se respiraba en un partido en el que nadie quería firmar la prórroga.

Karnoswki, después de hacer daño en la zona, tuvo en su mano desde el tiro libre un final más cómodo para los visitantes, pero el polaco tampoco estuvo acertado desde esa distancia (78-77). Fue entonces cuando el UCAM buscó a Sadiel Rojas en un saque de banda para que desde los tiros libres y, con otra posterior defensa, sumar el primer triunfo (81-77).