El UCAM Murcia sufrió su segundo revés de la temporada liguera en Sevilla. Cayó por la mínima frente al Betis B, merced a un penalti que inclinó la balanza para los sevillanos en el primer tiempo. El Betis Deportivo parecía tener aprendida la lección tras caer goleado en Melilla (4-0), y pudo verse un filial verdiblanco disciplinado en defensa y muy vertical cuando le tocaba atacar. Los delanteros del UCAM Murcia apenas olieron el balón, ya que la defensa, sobre todo la pareja de centrales Dani e Hinojosa, y el lateral derecho Julio Alonso, estuvieron muy puntillosos, y desesperaban tanto a Arturo como referente arriba -volvía el cartagenero al once inicial- como a Isi Ros, el jugador más desequilibrante al que no concedían más de medio metro con el balón conducido.

Así pues, el bloque universitario chocaba constantemente contra un frontón, mientras que el conjunto sevillano trataba de salir rápido por su carril derecho. Especial protagonismo tuvo Aitor, que fue el artífice de las mejores ocasiones del conjunto local en la primera parte del choque. Suyo fue el taconazo que dejó el balón a Liberto. El carrilero bético se plantó en el minuto 18 ante Germán Parreño dentro del área, pero remató mal y el cancerbero del UCAM Murcia pudo detener, no sin dificultad, en dos tiempos. Cuatro minutos más tarde la acción la protagonizaba otra vez Aitor por la derecha, y tras marcharse por velocidad de los defensores del equipo universitario, centró atrás y Julio Gracia, con todo para rematar al fondo de la red, pegó mal, demasiado horizontal al balón y Germán pudo tocarlo suficiente para que el peligro pasara de largo.

El 1-0 llegó en el minuto 33, tras un penalti que cometía Vivi en el pico del área al derribar a Loren cuando éste le encaraba. Fue el propio Loren el que se encargó de transformar la pena máxima. A pesar de que Germán le adivinó la dirección, el disparo iba demasiado fuerte para que el portero llegara a tiempo de atajarlo.

Tras el tanto del Betis B, el bloque universitario trató de dar un paso adelante y ahogar la salida del filial verdiblanco. Impedía, así, las acciones a la espalda de la defensa propia y metía en problemas a a los zagueros béticos cuando tocaba salir con el balón controlado. Falló Planagumá en su planteamiento, ya que acumuló muchos jugadores en ataque sin conseguir que el balón llegase con peligro a esos futbolistas que conformaban la línea de ataque.

No obstante, Eneko Eizmendi, en los últimos instantes del partido, aprovechó un error del portero local para tratar de colocar en la escuadra un esférico que se le quedó al borde del área, pero el chut se marchó demasiado elevado. Esa fue la única ocasión del conjunto universitario en una primera parte mala por parte de los de Planagumá, demasiado imprecisos, bien fijados por el Betis B, que no les dejó pensar en el centro del campo ni actuar arriba.

Tras el descanso, tampoco las sustituciones provocaron un vuelco importante en la tónica del partido, ya que David López sigue sin erigirse como el cerebro del UCAM Murcia. Debutó el atacante del filial en Liga, Ismael, sustituyendo a un flojo Arturo, y el central Rafa Páez se convirtió en el último cambio cuando tocaba atacar a la desesperada.

Asimismo, un par de intentonas de Isi Ros y un remate de Vivi que se estrelló en la madera, a punto estuvieron de otorgar un empate que el UCAM buscó con ahínco en la segunda mitad y que nunca llegó. Dos jornadas consecutivas sin ganar ante equipos de la zona baja de la tabla vuelven a despertar la necesidad de puntos para el equipo de Planagumá.