Pues sí, el partido era propicio para que el Cartagena se divirtiera y, de paso, lo hiciera su afición. Pero la torpeza de sus atacantes colmó el vaso hasta arriba. Sin lugar a dudas se podrían haber llevado el Récord Guinnes a la equivocación, el error o el aturdimiento. Fueron tantas las oportunidades para anotar y de tantos colores que soy incapaz de enumerarlas todas en esta crónica, o al menos en este espacio limitado que tenemos. El FC Cartagena debió ganar con rotundidad, sin apelar a la heroica o con un tanto de esos de rebote de último segundo. El equipo albinegro tuvo que vencer por ocasiones, un innumerable reguero de opciones claras para sumar los tres puntos ante un endeble Córdoba B, que poco o nada vino a hacer a Cartagena más que defenderse del chaparrón ofensivo de los locales. Sin embargo, en vez de una maleta llena de goles, lo que se llevaron los hombres de Jorge Romero fue un punto del Cartagonova y no porque defendieran bien y con orden como sí lo hizo el Villanovense dos semanas atrás, sino porque a los de Monteagudo se les apagó la luz cuando tenían que embocar la pelota al fondo de las mallas una vez tras otra.

El punto es escaso, demasiado y supone el segundo de nueve en las tres últimas jornadas, lo que provoca que esa velocidad de crucero que había cogido el FC Cartagena se haya disipado de manera drástica y ahora el conjunto de Monteagudo, con 12 puntos en su casillero, cae hasta la séptima posición.

Moussa se convertía por momentos en el jugador del partido. El delantero albinegro fue protagonista en todas las acciones claras del ataque cartagenerista, pero tuvo la suerte de espaldas y a pesar de que sus opciones para haber anotado fueron muchas y de todas las formas, andaba gafado el jugador cedido por el Leganés en la tarde de ayer. No tardó en gozar de la primera, en el minuto cuatro de partido, cuando Adama filtraba un perfecto pase dentro del área para que su compañero rematara como quisiera, pero lo hizo en semifallo y aún así, con el portero batido, el balón lo estrelló en la base del poste. Diez minutos más tarde era otra vez el jugador africano quien recibía otro balón al borde del área. Se hizo un hueco de espaldas y a la media vuelta envió el balón ajustado, pero no lo suficiente para que el guardameta Lavín lo consiguiera detener sin apuros.

El conjunto dirigido por Monteagudo era el dueño y señor del encuentro. Presionó alto para evitar la salida del bloque cordobesista y le salía bien porque el conjunto de Jorge Romero era incapaz la mayoría de las ocasiones de tener el balón más de 30 segundos. Por eso el bloque albinegro sometía sin problemas al oponente y las oportunidades se sucedían. En el minuto 18 Óscar Ramírez mandaba un balón medido al área pequeña que Moussa no tocó por muy poco.

El Córdoba B respondió con una rápida contra en el 23' que culminó David Moreno con un disparo flojo a las manos de Pau Torres en la oportunidad más clara para los cordobeses.

El Cartagena cambió de protagonista en su siguiente acción ofensiva. Fue Cristo Martín el que recibía un balón botado desde la derecha, pero el canario, libre de marca, remató flojo y Lavín detuvo sin dificultad. Insistía el FC Cartagena porque vislumbraba que el gol tenía que llegar tarde o temprano. A la media hora del enfrentamiento era Moussa de nuevo quien recibía dentro del área y como en la anterior, se hizo de espaldas un hueco para revolverse. Lo tenía todo para rematar a bocajarro, pero su patada se fue al aire, midió mal y erró otra clara oportunidad.

La afición veía impotente cómo el equipo, que por fin volvía a desplegar su fútbol ofensivo de las primeras jornadas, se quedaba sin premio a pesar del elevado número de aproximaciones y ocasiones de gol que tuvo durante la primera parte. Antes del descanso era Hugo Rodríguez quien lo intentó desde la ventana del área con una rosca que se le fue elevada por poco.

La primera parte concluyó con la sensación de haber podido resolver casi el partido, pero la falta de puntería le jugó una mala pasada otra vez a las huestes cartageneristas.

Moussa quiso tener un poco más de protagonismo antes de abandonar el partido. Guardó lo mejor para el final. En el minuto 48 recoge un rechace del portero tras un remate de Hugo Rodríguez. En esta ocasión el delantero se encontró el balón blando y con toda la portería para él, pero se llenó tanto que lo mandó alto ante la mirada de asombro de los más de cinco mil espectadores que acudieron al partido.

Luego fueron las ocasiones de Cristo Martín, Hugo Rodríguez, Farisato -quien salió por Moussa- o Chavero las que dejaron a la gente con la sensación de que si no se ganaba en esta oportunidad es porque alguna maldición le han tenido que echar a este equipo, o al menos a este Cartagena en este partido. Hubo tiempo para que una imprudencia de Álvaro González se saldara con su expulsión en el tiempo añadido.

El césped, que a partir de esta semana será renovado, no quería que se mancillase su despedida con goles y así sucedió.

El FC Cartagena suma dos partidos seguidos en casa sin anotar un gol. Todos nos la prometíamos tan felices con el grupo de atacantes firmados esta temporada y olvidábamos ya los malos tragos que nos hicieron pasar los Fernando, Sergio García, Arturo, Germán y compañía, pero ahora, los que están empiezan a torcer el tino y eso supone la muerte a la esperanza de hacer algo grande esta temporada.