¿Cómo llegó al fútbol?

Desde pequeñita siempre me ha gustado el deporte y jugaba al fútbol en el barrio de mis abuelos. Después me metí en un equipo de chicas, estuve muchos años en el Murcia Féminas en Segunda División, y a partir de ahí conocí a gente del arbitraje.

Imagino que si a sus padres ya les sonaría raro que jugara fútbol, que se metiera a árbitro...

Cuando era jugadora ellos venían a verme y cuando les dije que me iba a meter a árbitro, me decían que cómo iba a hacer eso, pero insistí y ahí estoy.

¿Cuántas veces ha protestado a un árbitro como futbolista?

No te creas, que yo era super buena. Me pitaban una falta y me iba, a los árbitros no les he dicho nada nunca, era muy inocente. Nunca me he metido con un árbitro.

¿Qué es más difícil, jugar o arbitrar?

Arbitrar porque tienes que tomar decisiones muy rápidas, en un momento.

Pero jugando también se toman decisiones importantes.

Sí, pero jugar es más fácil, tienes más tiempo para pensar. Sin embargo, si te equivocas como árbitro, enseguida te están diciendo algo; a un futbolista que falla le dicen «a la próxima».

¿Llegó a ser árbitro y futbolista?

Sí, hasta el año pasado seguía jugando en un equipo de Autonómica, pero ahora, con el salto a la Liga Iberdrola, ya ha cambiado todo. Además, ya la temporada pasada me perdí media liga porque tenía que arbitrar.

¿De qué jugaba?

De mediapunta o punta.

¿Sus amigas y su pareja ven extraño que se dedique al fútbol?

A mis amigas no les gusta el fútbol y no hablo de ello con ellas de eso, pero me apoyan y alguna vez han venido a verme. Y mi novio es árbitro.

Imagino que lo conoció por el arbitraje.

Sí, lo conocí en Sevilla porque me fui a estudiar allí Biotecnología un año. Nos apoyamos mucho mutuamente.

Por desgracia, existe mucha incultura deportiva. ¿Piensa que es así?

Sí y más con los cambios en el reglamento, que el año pasado fueron muchos. La gente en la grada dice tremendas barbaridades. Nosotros vamos a clase a diario, la Federación nos ayuda a llevarlo todo al día y gracias al apoyo y los medios que nos dan, podemos estar actualizados.

¿Cómo se prepara un árbitro?

Como tenemos que pasar unas pruebas físicas antes del inicio de la temporada, no tenemos verano, porque de lo contrario no las superamos. Y a partir de ahí, durante la temporada, tenemos controles físicos y vamos a clase.

¿Y esto está bien pagado?

No, por supuesto que no, digamos que nos dan una ayuda, pero yo estoy aquí porque me gusta el fútbol.

¿Pero qué le hizo encontrar su vocación arbitral?

Viendo partidos, el ambiente, a mí todo eso me gusta. Y luego los compañeros. Nosotros entrenamos dos veces a la semana, vamos formando grupos y cada vez hay más lazos de amistad entre nosotros.

¿Hay envidias entre los árbitros?

Depende, yo me llevo muy bien con las demás chicas y el ambiente es genial.

Ha llegado al fútbol femenino en el mejor momento, ¿pero por qué solo pitan partidos de Primera femeninos y no de hombres?

El arbitraje femenino, al igual que el fútbol, necesitaba crecer porque cada vez hay más equipos y está mejor visto. Con la liga Iberdrola pueden pitar chicas, porque ya que, entre comillas, no podemos llegar a Segunda o Primera masculina porque las pruebas físicas son muy exigentes, tenemos esta oportunidad.

¿Una mujer no puede arbitrar en Primera División?

No es que no pueda, es que es muy difícil. Sí que hay dos asistentes en Segunda actualmente, que han pasado las pruebas de chicos, y ojalá que un día puedan estar en Primera, como ha ocurrido con una mujer en Alemania.

¿Pero España está preparada para que una mujer pite partidos a Messi o Cristiano Ronaldo?

Los conocimientos los tenemos, pero las exigencias físicas son otra cosa, porque correr a la velocidad que lo hace Cristiano Ronaldo, quizás para una mujer es más difícil.

¿Qué pitaba antes de llegar a Primera?

Era asistente en Preferente Autonómica. En Murcia no había asistentes para Primera y vi que había más posibilidades de llegar arriba de esta forma. Me lo propusieron, me gustó la idea y aquí estoy.

¿Se siguen escuchando comentarios machistas en los campos de fútbol?

Bueno, algún comentario que otro se escucha, pero cada vez menos. Yo no he tenido ningún problema de ese tipo.

¿Cuántas veces le han mandado a fregar los platos?

Una o dos veces. En los partidos de niños se da más que en Preferente, y en muchos casos son las madres de los jugadores las que lo hacen. Me llama la atención que una mujer no apoye a una mujer.

¿Duele escucharlo de una mujer?

Mira, a mí me da igual lo que me digan. Yo estoy concentrada en los partidos y lo de fuera no me importa, porque si me afectara podría llegar a perjudicarme.

¿Pero cómo logra abstraerse?

Cuando era futbolista tenía entrenadores que me chillaban, y como a mí no me gustaba que me chillaran, aprendí a ignorarlos, y supongo que eso me ha venido muy bien.

¿Por qué estudia Biotecnología?

A mí me gusta mucho el deporte, pero también la ciencia, y como ya jugaba al fútbol, además de practicar tenis y pádel, tenía cubierta esa parte de mi vida. Pero la ciencia me gustaba y Biotecnología era una carrera nueva en el momento en el que yo entré.

¿Y hay trabajo?

En el extranjero más que en España. En cualquier empresa que tenga laboratorio podría trabajar haciendo análisis de calidad.

¿Cuando dice hoy en día que es mujer y árbitro aún hay gente que se sorprende?

Bueno, nunca me han mirado extraño. Yo creo que la gente ya lo tiene más asumido, ha cambiado más su mentalidad y todo el mundo es más abierto. Ahora llega un trío arbitral femenino a un partido y ya no se escuchan comentarios.

¿Y cómo está el nivel futbolístico en Primera femenina?

El salto de Segunda a Primera es muy grande, se nota mucho tanto física como tácticamente. Las jugadoras tienen una buena colocación en el campo y un juego que llama mucho la atención.

¿En qué estadio le gustaría pitar?

En el Santiago Bernabéu, porque es un estadio mítico. El año pasado ya se jugaron partidos en Mestalla y el Vicente Calderón, que son campos donde da gusto.

Y se empiezan a llenar.

Así es, porque en Mestalla la temporada pasada se juntaron 17.000 personas, más que en muchos estadios de chicos.