En el equilibrio está el éxito, pero nadie ha dicho que sea fácil alcanzarlo. Écija, Granada B o UCAM Murcia están en el camino y el FC Cartagena sigue buscándolo cuando se han disputado seis jornadas de liga. Si el arranque en las tres primeras jornadas fue algo alocado por la cantidad de tantos anotados y recibidos -ocho goles a favor y seis en contra-, lo que ha sucedido en las tres siguientes jornadas ha sido todo lo contrario -tres goles a favor y dos en contra-. En las tres primeras jornadas sumó siete puntos, en las siguientes ha acumulado cuatro.

El entrenador albinegro pidió mayor contundencia en defensa, porque siempre ha reivindicado la solvencia en la zaga como punto de partida para ganar los encuentros.

No estaba demasiado satisfecho con ese balance de ocho-seis, aunque los siete puntos eran incontestables y el equipo venía a ofrecer una versión opuesta a la temporada anterior, que se cerró con unas estadísticas paupérrimas de goles anotados.

Tras la victoria por la mínima ante el Melilla, el Cartagena gana al Mirandés en Copa del Rey y viaja a Murcia para exhibir su potencial ofensivo con un inapelable 0-2 ante el UCAM Murcia. Por fin el Cartagena cierra su portería a cal y canto y se las promete muy felices. Pero ante el Villanovense y contra el Mérida ha encajado dos goles, pero solo ha hecho uno. Cuando el bloque albinegro ha empezado a funcionar mucho mejor en defensa es cuando han llegado los problemas en ataque.

¿Está más preocupado el equipo en defender que en atacar? Jugadores y entrenador creen que no es así, pero lo cierto es que en estas últimas semanas, tanto en Liga como en la Copa del Rey frente al Talavera, al bloque albinegro se le ha visto falto de alegría, amuermado en ataque y sin soluciones contra el Villanovense, Talavera o Mérida, a pesar de que en la Copa del Rey consiguiera pasar con un tanto de Jesús Álvaro.

Aketxe vio portería contra el UCAM Murcia en la jornada cuarta y Moussa no anota desde el choque ante el Melilla. Monteagudo reconoce no ya que no marcan con tanta asiduidad -algo que es un hecho- sino que no están llegando como antes.

Decía que les falta algo de frescura después de caer derrotados ante el Mérida «aunque son los mismos jugadores y el mismo sistema de juego», se justifica el preparador de Valdeganga para explicar, de esta manera, que en ningún momento ha pedido más precaución atrás hipotecando la solvencia arriba.