El alicantino Sergio Gutiérrez Ferrol, que ha vuelto a la competición tras varios años alejado del tenis, ha estallado contra las apuestas ilegales en los torneos de la Federación Internacional de Tenis (ITF) que se disputan en España.

«Es una vergüenza. En la mayoría de los partidos se presentan en las propias pistas un buen número de apostadores con sus móviles e incluso hay un grupo de una veintena que viajan por los torneos en toda España», denuncia «Guti», como se le conoce en el mundo de la raqueta, que compitió varias temporadas en la ATP y ahora, a sus 28 años, lo hace en los torneos Futures de la ITF, destinados especialmente a los jugadores jóvenes que necesitan puntos para dar el salto al circuito cien por cien profesional.

Ni que decir tiene que las apuestas están radicalmente prohibidas en el tenis profesional por las federaciones territoriales y por la ATP, pero en el mundo de la raqueta se da por hecho que se producen y que son «muy difíciles» de controlar porque se tramitan a través de internet y las gestionan casas de apuestas afincadas mayoritariamente en países asiáticos. «Tú no ves a los apostadores en las pistas, pero sabes que se producen», explicó ayer un alto cargo de la Federación Valenciana, que admitió que en los torneos de la ITF los controles son menores que en el resto del circuito profesional.

«Guti» explotó contra los apostadores tras disputar el torneo ITF Futures en el Real Club de Tenis de Oviedo, dotado con 25.000 dólares en premios, en el que avanzó hasta los cuartos de final. Perdió ese duelo en un partido muy duro [6-3, 5-7, 7-6(4)] con Javier Martí, y denunció que dos apostadores le increparon.