Ana Carrasco Gabarrón (Cehegín, 10 de marzo de 1997) hizo historia en 2013 cuando se convirtió con 16 años en la piloto más joven de la historia en llegar al Campeonato del Mundo de motoclismo. Conocida como la 'bala rosa', su aventura duró tres años, en los que firmó buenas actuaciones en un mundo de hombres. Pero en 2016 se quedó sin el apoyo de patrocinadores que le permitieran seguir en la élite y optó por dar un paso atrás para intentar dar dos hacia adelante. Pese a la decepción, la ilusión la mantuvo intacta. En 2016 disputó el Campeonato de Europa de Moto2 y en 2017 dio el salto al Mundial de Supersport 300 con una Kawasaki Ninja del equipo ETG Racing catalán. Y ayer, en el circuito portugués de Portimão, en el Algarve, al sur del país, volvió a hacer historia al convertirse en la primera mujer en ganar una carrera de motociclismo de velocidad de un campeonato mundial.

Carrasco estuvo durante toda la carrera en el grupo de cabeza. En los entrenamientos ya firmó un brillante tercer puesto, dando muestras de que estaba en un trazado que siempre se le ha dado bien. En un emocionante final en grupo, Carrasco superó por 53 milésimas de segundo al italiano Alfonso Coppola y en 63 al también español Marc García.

La ceheginera había logrado buenos resultados este año en el campeonato, pero en ninguna carrera subió al podio. Su mejor clasificación hasta este fin de semana era el quinto puesto en la parrilla de Lausitzring, la cita previa a Portugal, y en carrera había alcanzado una séptima posición en Assen (Holanda) en la segunda prueba del año.

Ahora, tras la victoria en Portimão, su séptima carrera en la categoría y a dos pruebas de la conclusión del campeonato, Carrasco ocupa la séptima plaza de la general, a 45 puntos del nuevo líder, Alfonso Coppola.

La valenciana Elena Rosell, primera española que disputó el Mundial -debutó en 2011-, y María Herrera, quien actualmente corre en Moto3, han sido otras pilotos de nuestro país que han hecho historia en un mundo masculino, donde solo se ven mujeres en los podios y portando los paraguas en las parrillas de salida de los grandes premios. Carrasco, acostumbrada a luchar desde pequeña con chicos en los circuitos, ha hecho historia.