El 11 de abril de hace dos años, con los dos equipos en Segunda B y con la entidad grana en plena transición tras el fallecimiento del entonces presidente Jesús Samper, el Real Murcia-UCAM que se celebró el Nueva Condomina logró reunir a más de 18.000 personas que aceptaron como un regalo la iniciativa tomada entonces por la directiva que lideraba Guillermo Martínez Abarca, 5, 10 y 15 euros fueron los precios establecidos que terminaron por animar a una afición que, desde entonces, no ha vuelto a darle al campo un baño de murcianismo como aquel día. Los que quieran ver el partido del domingo y no sean abonados tendrán que pagar 10, 15 o 20 euros dependiendo de la localidad, lo que tampoco ayuda a que el optimismo se dispare.

Ahora bien, va a ser complicado que para el encuentro del próximo sábado pueda producirse una situación similar a la última, ya que después de dos partidos de Liga celebrados en Nueva Condomina y dos de Copa del Rey, en ninguno de los cuatro se ha pasado la barrera de los 4.500 seguidores, un dato que contrasta mucho con los 8.188 abonados que, según el último dato oficial del club, se han despachado este verano en las taquillas del estadio murciano. Por lo tanto, la llegada de Raúl Moro como presidente desde el pasado mes de diciembre, las ganas de los aficionados de ver una cara nueva al frente de la entidad deportiva más importante de la Región y el hecho de que se haya realizado una inversión económica muy superior a la media de la categoría para tratar de conseguir el ascenso son alicientes que en principio invitan a pensar que podría vivirse algo parecido a lo de hace dos campañas. Sin embargo, Raúl Moro y su grupo de colaboradores cometieron el error desde su llegada de poner en marcha la política de regalar entradas en la recta final del curso, algo que el que más y el que menos lo ha tenido en cuenta a la hora de retirar su abono y que en este arranque de temporada es casi imposible que se repita, ya que la idea de regalar localidades fue un poco la única opción a la desesperada para tratar de arropar al equipo en el momento más decisivo del curso.

El partido del sábado, de hecho, no tiene nada de broma porque se trata de la gran primera de fuego para una plantilla que por ahora no está respondiendo ni con puntos ni con juego a las expectativas ni a la fuerte inversión económica realizada por un Raúl Moro que tras su decisión de entrar en el mundo de la canasta de la mano del CB Myrtia y después de la poca gracia que le ha hecho a los seguidores tener que pasar por taquilla en la segunda ronda de la Copa del Rey ha recibido sus primeras críticas considerables desde que accedió al cargo.

El sueño de la Copa

El Real Murcia necesita el apoyo de sus abonados para el partido de tercera ronda de Copa del Rey frente al Olot, y por ello ha decidido lanzar una promoción para que sus aficionados con carné puedan acudir a Nueva Condomina a un precio reducido. Aunque tocará volver a pasar por taquilla, como ocurrió en el encuentro frente al Racing de Ferrol, en el que apenas se dieron cita cuatro mil personas en la grada, el club ha decidido que sus abonados paguen la misma tarifa, pero con el premio de recibir una segunda localidad. Así, los socios de fondo podrán conseguir dos entradas al precio de cinco euros, los de lateral pagarán diez euros y los de preferente tendrán que desembolsar quince euros.

El encuentro ante el Olot, que se jugará el miércoles 20 de septiembre a las 21.30 horas, corresponde a la tercera ronda de la Copa del Rey, y si los granas son capaces de eliminar al conjunto catalán, un recién ascendido a Segunda B, tendrán el premio de enfrentarse a un rival de Primera División y que juega competición europea, entre los que destacan Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid.