Con la victoria conseguida ante el Mirandés por dos goles a uno, el Cartagena está a solo una ronda de enfrentarse a un equipo europeo en la Copa del Rey. Los de Monteagudo vencieron con menos dificultades que en la ronda anterior al Mirandés, y se plantan en los treintaidosavos de final.

El Cartagena salió con un once bastante reconocible, dejando a un lado las rotaciones. Tan solo Pau, Hugo y Sergio Jiménez se cayeron de los habituales titulares. Por su parte, Limones no salió de titular en las filas visitantes en su vuelta al Cartagonova.

A los tres minutos de juego, Álvaro González dispuso de la primera oportunidad del conjunto albinegro. Álvaro González recibió un pase de Aketxe y se plantó mano a mano con el portero, pero Sergio Pérez le ganó la partida al extremo onubense. En el minuto 15, Kijera, otro viejo conocido de la afición, tenía que ser sustituido por lesión.

El partido era muy igualado, con una tremenda batalla en la medular, pero los de Monteagudo pasaron apuros para superar la correosa defensa que dispuso Pablo Alfaro. El Mirandés se acercó con peligro en un cabezazo de Eloy Gila ante el que reaccionó con una mano providencial Marcos Morales.

Acto seguido, en el minuto 31, los locales se adelantaron en un contragolpe ejecutado a la perfección. Álvaro González, imparable en carrera, avanzó sesenta metros por el costado derecho y asistió a Cristo, que batió al portero con toda la calma del mundo.

En la reanudación, el Cartagena solo tardó ocho minutos en ampliar su ventaja. Una pared sensacional entre Cristo y Chavero dejó al ex del Murcia solo ante el portero. En primera instancia, el remate fue demasiado flojo, pero el portero puso la mano blanda y el balón le cayó de nuevo al mediocentro cartagenerista, que solo tuvo empujarla.

Sin embargo, los de Miranda de Ebro no decayeron a pesar de su desventaja en el marcador, y diez minutos más tarde redujeron la distancia con un tanto de Eloy Gila. El delantero visitante recibió un servicio desde la izquierda de Igor Martínez.

La tensión subió a medida que se acercaba el final. Poley tuvo en sus botas el tercero, después de una asistencia magnífica de Jesús Álvaro, pero su disparo se encontró con las manos de Sergio Pérez. A diferencia de los choques anteriores, el Cartagena no se metió en su área en el tramo final del choque, y la grada no tuvo que contener la respiración ante ninguna ocasión de los rivales para que los suyos se metieran en la tercera ronda.