Se antoja lejanísimo el mes de mayo, pero en el camino hacia el play off de ascenso a Segunda, salvar jornadas empatando o incluso ganando in extremis otorga una increíble posibilidad de disputar dichas eliminatorias.

El UCAM Murcia ha salvado por la mínima sus dos primeros compromisos ligueros del curso. Ayer, tan justo por su buen primer tiempo como inmerecido por dejarse llevar en el segundo, los de Planagumà dejaron claro que los resultados no se merecen, sino que se consiguen.

El triunfo de los universitarios deja dos lecturas posibles, teniendo en cuenta las alturas de temporada en las que nos encontramos: David López no interviene lo suficiente, por ahora, en la elaboración del juego; el UCAM, con más o menos justicia, gana.

El equipo de Planagumà ha olvidado una pretemporada de altibajos para comenzar la Liga con dominio, compartiendo liderato con el sorprendente Écija. Tiene jugadores que sobresalen y agradan, hombres como Urko, Arturo y Marc que con frescura son capaces de todo. Ayer, sin la suerte de cara a gol sobre estos atacantes, otro jugador llamado a liderar apareció para marcar, pero no para demostrar su jerarquía sobre el césped. El UCAM, tras unos primeros instantes de partido en los que trató de templar el pulso del juego, fue imponiendo su ley con el paso de los minutos. Con las líneas muy juntas, con Urko y Marc bailando por dentro y con Arturo haciendo estragos en cada una de sus intervenciones, el UCAM jugó adelantado, en campo contrario y mostrando su poderío ante un filial compuesto por jugadores que el pasado año mostraban su calidad en División de Honor o en Autonómica.

La cordura se imponía, y con un trabajo ordinario que parecía extraordinario al tratarse de la segunda jornada, el equipo de Planagumà se gustó sobre el césped. No obstante, Las Palmas golpeó primera y exclusivamente en una única ocasión durante el acto inicial. De falta, Ale González le pegó de tal manera que el meta Germán se vio con el balón dentro de la portería. Por muy poco se marchó el esférico tras el lanzamiento del canario a los ocho minutos de encuentro.

Seguidamente, Urko Arroyo avisó desde la frontal tras una dejada de mucha clase de Arturo. No obstante, el UCAM Murcia mejoró con el paso de los minutos, mostrándose más incisivo, más ingenioso en las inmediaciones del área. Los de Planagumá empezaban a buscar el gol con más ahínco, y Javi Fernández, el central del filial que debutó ayer con el primer equipo tras la lesión de Fran Pérez a última hora -de nuevo en el calentamiento-, la tuvo en un saque de esquina cerrado de Góngora.

No tardaron los universitarios en tirar la puerta abajo después de imponer su ley en torno a la media hora de partido. En el minuto 35, de nuevo el balón parado ofrecía grandes réditos al UCAM. La colgó Góngora una vez más, y tras un pequeño barullo en el área, la pelota quedó franca para que David López golpease con determinación y potencia. Atajó como pudo, a media altura, el meta Josep, pero el rechace cayó de nuevo en los pies de David López. De primeras, presumiendo de golpeo, inauguró el marcador de La Condomina por primera vez en la temporada.

El UCAM se desató con el tanto. Al borde del minuto 40, una doble ocasión casi en boca de gol fue marrada en primera instancia por Marc, y después por Urko, sin ser capaces de superar la muralla canaria. También pudo hacerlo Arturo, pero marró una oportunidad con la testa y a puerta vacía cuando era más fácil anotar que fallar. Se vio sorprendido por la mala salida del meta Josep y se vio lleno de balón en un instante.

Con el UCAM volcado y Las Palmas noqueado, se alcanzó el descanso. No sentó nada bien a los universitarios esa superioridad que se canalizó como un exceso de confianza. El bajón físico, además, volvió a hacer mella en los de Planagumà, como ya sucediera en Granada. Tras especular e intentar defender con balón tras el descanso, en el 55´ Erik Expósito sacó los colores a Góngora y Dani Pérez. Recibió en banda derecha, quebró a ambos con un única finta, y batió a media altura a Germán con un disparo inapelable. El nerviosismo se apoderó de los murcianos, los desajustes tácticos salieron a la luz y la imprecisión en los pases dieron alas al filial insular. Kitoko, fatigado, no dejaba de ayudar e intentar poner orden a un UCAM sin pausa y que abusaba del balón largo.

Sin un Vivi que no termina de encontrar su sitio en el esquema de Planagumà, David López retrasó su posición para otorgar una mejora toma de decisiones a los universitarios. Isi Ros, que saltó al campo a la hora de partido, agitó por primera vez en el curso las defensas rivales como solo él sabe. Generó peligro en el área, intentó forzar alguna pena máxima que el colegiado no decretó, y se echó el equipo a la espalda partiendo desde la derecha. Pero Las Palmas se encontraba cómodo, aprovechando ese desbarajuste universitario para seguir probando a Germán. Ale González lo hizo por partida doble, encontrando la buena respuesta del meta del UCAM Murcia.

Entre parones y recepciones, al UCAM le faltaba el último pase o ese control definitivo después de jugadas que llegaban por más pasión que cabeza. Perdonó Raúl Alemán en el 89´, tras cruzar demasiado su disparo sobre el arco de Germán. Hasta que el balón parado, y Góngora con su zurda, originó el tanto del triunfo al igual que sucedió con el primero.

Un golpe franco del capitán, teledirigido casi a la escuadra, fue detenido con la manopla por Josep. Con toda la mala fortuna para los intereses del portero canario, el balón quedó manso para que Isi Ros empujara hacia el fondo de las mallas. El de Las Torres de Cotillas pide paso. El UCAM, por su parte, se encarama a lo más alto de la tabla a la espera del ´Tourmalet murciano´ que está por llegar.

La Condomina acoge el debut liguero con poca gente en las gradas

El debut liguero del UCAM Murcia en su estadio fue exitoso en lo referente al resultado, pero no tanto en lo relativo a la presencia de aficionados en los graderíos del céntrico feudo murciano. El club universitario, que ronda los dos mil abonados después de la campaña de abonados llevada a cabo durante este verano, alcanzó a duras penas los 1.500 espectadores en las gradas del estadio. Una tarde bochornosa, la última del mes agosto y con mucha gente volviendo de las playas, tuvo en gran parte la culpa. Pese a que los niños hasta catorce años tenían acceso gratuito para presenciar el encuentro ante Las Palmas Atlético, la Grada Lateral y el Fondo Norte se vieron prácticamente al descubierto, aunque la Tribuna Baja, como viene siendo habitual, presentó un buen aspecto. Solo en el descanso y al final del choque, tras el gol de Isi Ros en el añadido que desató la locura en La Condomia, los aficionados se hicieron oír y notar con mayor ahínco para apoyar a los suyos.