Mientras que clubes de Segunda División B como el Hércules, el Elche y el Racing de Santander ya han alcanzado un acuerdo con Hacienda que garantiza su supervivencia, la realidad del Real Murcia actual es que en los ocho meses que lleva como presidente Raúl Moro no se ha dado ningún paso hacia delante en esta dirección, lo que ha provocado que si la centenaria entidad sigue en pie es porque la titular del juzgado de lo Mercantil número 1, María Dolores de las Heras, ya ha 'salvado' dos veces de manera literal al histórico club al dejar claro con sus decisiones que no piensa ser ella la que le dé la puntilla a la entidad deportiva más importante de la Región. Por eso ayer Raúl Moro, en una de sus pocas intervenciones, sorprendió un poco a una afición que anda algo desconcertada al asegurar, después de casi un año llevando las riendas de la entidad, que «tenemos pensado trazar un plan no solo para Hacienda, ya que también tenemos en cuenta a los proveedores».

Y es que el Real Murcia se está moviendo hace ya meses por terrenos pantanosos, teniendo como principal enemigo a una Agencia Tributaria que ya ha dejado claro este verano que no piensa tener contemplaciones con sus deudores, motivo por el que Hacienda está preparando una nueva demanda contra la entidad grana. De los quince millones de euros que debe en esta apartado el Murcia, en los últimos ocho meses no se ha producido ningún tipo de desembolso ante una Agencia Tributaria que a la directiva anterior, la presidida por Guillermo Martínez Abarca, ya dejó bien claro que no quería solo buenas intenciones y que prefería «un gesto», algo que entidades históricas y que se encuentran inmersos en el fango de la Segunda B ya han hecho para esta campaña. Así, el Hércules de Alicante, el Racing de Santander y el Elche, por ejemplo, han sido los primeros en rascarse el bolsillo como gesto de buena voluntad para que Hacienda haya soltado un poco el nudo que tenía puesto sobre estas entidades.

El problema en el Real Murcia es que, después de ocho meses, ahora se va a trazar un plan que deja al descubierto que entre las primeras cuestiones urgentes que trajo el desembarco de Raúl Moro y su grupo de trabajo en Nueva Condomina no estaba la de ponerse al día con el fisco, ya que el Murcia sigue todavía muy parado en este sentido, lo que provoca que haya que asumir riesgos prácticamente a diario.

Raúl Moro, quien ayer mantuvo un desayuno informal con los medios informativos, apenas desveló nada nuevo, ya que aprovechó una de sus pocas intervenciones en los micrófonos para dedicarle más tiempo a la polémica creada por el hermanamiento con el CB Myrtia de baloncesto, que por la cuestión más preocupante que tiene ahora mismo el club sobre la mesa, volver a realizarle otro 'guiño' en forma de traspaso económico a una Agencia Tributaria que últimamente ha endurecido sus exigencias en lo que se refiere a los casos de entidades deportivas.

«No solo Hacienda, también nos preocupan nuestros proveedores, por eso tenemos un plan trazado para ir solucionando estas cuestiones», dijo ayer el presidente grana cuando fue preguntado por la cuestión más trascendente que tiene ahora mismo el club sobre la mesa.

A pesar del tropiezo del primer partido liguero, Moro quiso mostrar su confianza en una plantilla confeccionada a golpe de talonario, pero que ha decepcionado a muchos después de perder en su estreno liguero en Nueva Condomina ante un Écija que el curso pasado militaba en Tercera División. «Tenemos ilusión y el curso pasado llegamos con la competición en marcha, pero este curso empezamos de cero y nuestro objetivo es ser primeros desde que arranca la competición, ya que se ha demostrado que los líderes tienen muchas más opciones de dar el salto de categoría. También le hemos puesto mucha ilusión a la Copa y la exigencia en este club la tenemos todos, no solo los jugadores», explicó un presidente que ha visto cómo buena parte de la masa social le ha mostrado su malestar por querer poner en marcha una sección de baloncesto, cuando la situación económica del club de fútbol hace peligrar su supervivencia.

Raúl Moro necesita que la cuestión deportiva se enderece de manera urgente, ya que el hecho de sigan apareciendo informaciones sobre una deuda de una de sus empresa con Hacienda de diez millones de euros y decenas de denuncias por una presunta estafa llevada a cabo en la adquisición y el posterior cierre de unas clínicas dentales en Arcos de la Frontera y otros municipios de la Sierra de Cádiz solo consiguen poner nerviosa a una afición murcianista que no tuvo problemas en dedicar la primera pitada del curso a los jugadores en la jornada inaugural, después de caer derrotados ante un Écija que ha sembrado en el campo las mismas dudas que existen desde hace tiempo en los despachos.