​La lorquina Úrsula Ruiz Pérez se estrena hoy en el Campeonato del Mundo de Londres en la clasificación de lanzamiento de peso. La experimentada deportista murciana se encuentra ante una de las últimas oportunidades de su vida de estar entre las mejores del planeta. Después de batir en el Nacional de Barcelona hace dos semanas el récord nacional, que estableció en 18,28 metros, debe estar cerca de ese registro para meterse entre las doce mejores del torneo y poder competir mañana miércoles en la gran final.

La lanzadora murciana compite en su tercer mundial consecutivo al aire libre. En Moscú 2013 solo pudo ser vigésimo tercera con un lanzamiento de 17,14 metros; dos años después, en Pekín 2015, alcanzó la misma plaza con un discreto registro de 16,36. Hoy, en Londres, en un estadio que ya conoce por los Juegos Olímpicos de 2012, el mismo escenario donde firmó su mejor actuación (16ª) en una gran competición -se quedó a un solo centímetro de los 18 metros-, intentará demostrar que está en el mejor momento de su carrera deportiva para meterse entre las elegidas.

El otro atleta murciano en el Mundial, el marchador Miguel Ángel López, concluye hoy su concentración en Font Romeu para viajar a Londres, donde competirá el próximo domingo en la prueba de 20 kilómetros, en la que defenderá el título obtenido hace dos años en Pekín.

En la jornada de ayer, el atletismo español dejó escapar su primer oportunidad de lograr una medalla. Orlando Ortega, subcampeón olímpico de 110 metros vallas, solo pudo ser séptimo en una final en la que acabó «cabreado y molesto» consigo mismo. «Esperaba mucho más de mí. Es evidente que no salió la carrera esperada; sabía que iba a ser difícil y que para estar en las medallas tenía que hacer la mejor carrera del año. Se vio bien claro que no tenía la condición y que faltaba mucho por hacer», dijo Ortega tras la prueba.

El oro fue para el jamaicano Omar McLeod (13.04), único atleta, además, capaz de bajar de los 13 segundos este año, que se hizo con el cetro que consiguió hace dos años el ruso Serguéi Shubenkov, que en esta ocasión fue segundo (13.14). El húngaro Balázs Baji, por su parte, se adjudicó la medalla de bronce.

Peleteiro, séptima

La gallega Ana Peleteiro regresará de Londres como séptima del mundo en triple salto con la mejor marca de su vida (14,23) en una final que ofreció un emocionante duelo por el oro entre la colombiana Caterine Ibargüen y la venezolana Yulimar Rojas, que se alzó con el título con una marca de 14,91.

Peleteiro ha adquirido madurez de la mano de Iván Pedroso, ha hecho todos los deberes que el cubano le ha puesto este año y los resultados empiezan a reflejarse en la competición.

Cuatro veces campeón mundial y una olímpico de longitud, Pedroso, que dirige también a Rojas, había metido en la final también a Peleteiro, campeona mundial júnior en 2012, que este año ha podido «terminar toda su preparación, fuerza, carrera, salto y confianza», según dijo el entrenador cubano.

Asimismo, el atleta castellonense Pablo Torrijos, plusmarquista español de triple salto con 17,04 metros, se clasificó por primera vez para la final de unos campeonatos del mundo gracias a un salto de 16,80 metros que le situó octavo entre la docena de finalistas.

Compitiendo en el grupo A de clasificación, Torrijos empezó con un salto de 16,57, retrocedió a los 16,00 en el segundo turno y terminó con su mejor registro, 16,80, que, aunque se pedían 17,00 para entrar automáticamente, le abrió las puertas de la final del próximo jueves. El año pasado había sido eliminado en los Juegos Olímpicos de Río con una marca de 16,11