La investigación judicial que ha puesto patas arriba a la Federación Española de Fútbol y a su presidente, Ángel María Villar, por ahora en la cárcel, se empeña en apuntar también a José Miguel Monje Carrillo, máximo responsable de la Territorial Murciana y cuyo nombre aparece en las escuchas telefónicas que han destapado todo el caso, tal y como quedó demostrado en el auto de prisión elaborado por el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedral. De hecho, en el día de ayer se conocía que Carrillo ha sido incluido en una nueva lista de personas investigadas, así que el presidente de la FFRM tendrá que acudir a declarar próximamente en calidad de imputado. No será el único, ya que a los doce que ya han pasado ante el juez, hay que sumar otras 22 personas, así como distintas empresas relacionadas con la que se ha denominado 'Operación Soule' y que está investigando un escándalo de corrupción por el que tanto Ángel María Villar como su hijo se habrían beneficiado económicamente.

El nombre de José Miguel Carrillo era uno de los que salía mal parado en el auto de prisión elaborado por el juez Pedral. Según las escuchas que se dieron a conocer, la Federación Murciana habría promovido el voto favorable a la reelección del vasco a cambio de varios favores. Uno de ellos fue el partido amistoso que en junio disputaba la selección española en Nueva Condomina. El otro era de carácter más personal, ya que el único beneficiario sería Monje Carrillo, quien recibiría un puesto en la UEFA.

El 5 de mayo, Villar, que necesitaba votos para asegurar su continuidad como presidente de la Española, se ponía en contacto con el murciano para comprar el apoyo de la FFRM, y para ello hacía a Monje Carrillo una proposición de lo más interesante. «¿Te interesa que te proponga a la comisión de la UEFA en sustitución de Eduardo Herrera?». Ante la proposición, el murciano no duda ni un segundo. «Hombre, claro». «Vale, pues venga, va tu nombre», contesta Villar.

Hasta Javier Clemente, al conocer todos estos movimientos, se muestra sorprendido. «Ya ha metido al de Murcia también... Son votos comprados, joder, apoyos comprados... Decir amén por llevarse unos dineros».

Todo esto demuestra, según se leía en el auto, «la ayuda al investigado por parte de los responsables de la FFRM y el empeño en esta causa se advierte en varias de las llamadas interceptadas, que son indicativas de que desde la FFRM se está haciendo un importante esfuerzo en conseguir el voto para Ángel María Villar, poniéndose en evidencia asimismo que han empleado autobuses para el traslado de los electores, servicio cuyos gastos podrían haberse sufragado con fondos federativos».

Pese al escándalo y a que las conversaciones señalan directamente a José Miguel Monje Carrillo, el presidente de la Federación Murciana no se ha plateado dimitir de su cargo. Incluso se ha negado a hacer cualquier tipo de declaración. La única reacción, ante la insistencia de los distintos medios, fue elaborar un comunicado en el que pedían «respeto» a la labor judicial y en el que defendían que el trabajo de la FFRM, que en junio consiguió que la selección española jugase en Murcia, solo ha ido encaminado a «satisfacer a nuestros aficionados». Además, sobre los posibles cargos ofrecidos a su presidente, la Murciana dejó claro que «los mismos se han producido con la más estricta observancia de la normativa que los regula».