Era cuestión de días, o incluso de unas pocas semanas, y así se han sucedido los hechos. Desde el momento en el que el FC Cartagena comunicaba a Arturo Rodríguez que no contaría con él de cara a la próxima campaña 2017-2018, el UCAM Murcia lanzó sus redes para capturar lo antes posible al jugador.

La alianza entre la entidad universitaria y el propio Arturo se forjó a las primeras de cambio. Solo faltaba que el atacante albinegro alcanzase un acuerdo con los dirigentes del club portuario, Paco Belmonte y Sánchez Breis, para que el futbolista fuera anunciado como nuevo jugador del UCAM.

El delantero ha conseguido su objetivo algo más tarde de lo esperado, ya que se ha mantenido a la espera durante el mes de julio con la cúpula albinegra por intentar que se le abonase un pequeño porcentaje de la ficha por el año de contrato que le restaba. Tras alargar demasiado la espera, Arturo, que percibía un salario cercano a los 55.000 euros en el FC Cartagena, ha podido percibir un pequeño porcentaje del total de esa ficha.

Tras concertar los términos de dicha rescisión y oficializarse el acuerdo por parte del FC Cartagena sobre las 14.00 horas, el UCAM, durante la tarde de ayer, comunicaba la contratación de los servicios de Arturo, que jugará en La Condomina durante la próxima temporada con una segunda opcional, en caso de que los universitarios consigan el ascenso a Segunda División.

De este modo, Arturo abandona el club de su tierra natal para seguir recalando en la Región. Un adiós que genera desacuerdo entre su ya antigua afición: unos lamentan la marcha de un jugador con mucha entrega y poca fortuna, mientras que otros celebran que deje su sitio a otro atacante que sea capaz de superar sus registros.

Arturo cosechó siete goles en 38 participaciones con la elástica cartagenerista durante la pasada temporada.

Pero, por otra parte, en el UCAM confían en la que historia vuelva a repetirse con sus delanteros. El club universitario ha tenido la suerte y los mimbres necesarios para dotar, de nuevo, de confianza a jugadores que llegaban al equipo tras una mala temporada.

Pablo Pallarés o Jona Mejía son la prueba de que en el UCAM, una entidad con menos presión social que otros clubes poderosos de la categoría, los futbolistas pueden desarrollar su juego con mayor desenvoltura.

De hecho, en una entrevista con este diario, el director deportivo Pedro Reverte hablaba de esa fórmula: «Hemos tenido experiencias con jugadores que no venían de hacer grandes números», un perfil que la nueva apuesta, Arturo Rodríguez, cumple a rajatabla.

Ahora, en el UCAM, confían en recuperar la mejor versión de Arturo dotándole de mucha confianza, más aún en su caso, ya que el nuevo '9' universitario es estudiante de Ingeniería Civil en la Universidad Católica. A partir de ahora, Arturo recobrará ciertas tranquilidades: la única presión pasará por recuperar el nivel de años pasados.