«Si ambas partes ponemos de nuestro lado, se llegará a un acuerdo», esgrimía el director general Manolo Sánchez Breis cuando se le preguntaba por la situación de Arturo, delantero del FC Cartagena al que le están buscando salida y que tras diez días de entrenamiento sigue a las órdenes de Alberto Monteagudo. Insistía el propio dirigente del conjunto cartagenerista que «estamos condenados a entendernos», aunque, a continuación, puntualizaba «pero si no es así, seguirá siendo jugador del club». Lo que sí parece claro es que la negociación se encuentra estancada. Y es que la palabra negociación es mucho decir, porque si es verdad que ambas partes han hablado en las últimas semanas el acuerdo no parece cerca de resolverse.

Hace unos días escribíamos desde este medio que el FC Cartagena no le había hecho saber al jugador qué le ofrece a cambio de que perdone el año de contrato que le queda y que firmó en el verano pasado. El futbolista está a expensas de recibir parte de sus emolumentos de la pasada campaña, fruto de premios personales. El Cartagena tenía la intención de pagarle lo adeudado, única y exclusivamente, para que el futbolista se marche por donde ha venido. Dicen desde la entidad que Arturo no debe estar en un sitio donde han manifestado ya que no lo quieren para la próxima temporada. Añaden que tiene mucho mercado y que lo normal es que con el potencial que posee, encuentre pronto destino en Segunda o Segunda B.

El delantero ha asimilado que su destino pasa irrefutablemente por salir en los próximos días o semanas de Cartagena para embarcarse en otro proyecto, pero reivindica su parte, el año de contrato que tiene atado. El año pasado firmó una vinculación de dos temporadas como forma de paliar las pérdidas que podía tener por un contrato de menor cuantía en el FC Cartagena. Marcharse ahora con una temporada cobrada únicamente le produce un perjuicio económico y lo que pretende es que sean capaces de sentarse los dirigentes albinegros alrededor de una mesa y reconocerle que se merece algo más que una palmadita en la espalda y buenas palabras para su despedida de la entidad.

En el seno de la entidad andan ahora bastante más ocupados en otros asuntos, como la contratación de hasta seis jugadores que deben llegar a lo largo de este verano, por lo que la baja de Arturo parece haberse convertido en un problema menor. El tiempo juega a favor de los intereses del FC Cartagena, porque al futbolista le pueden entrar las prisas en agosto, cuando vea que el club se fortalece con dos o tres delanteros y que él se queda sin sitio en el esquema de Monteagudo y sin ofertas para marcharse a otra entidad.

Los propietarios del equipo cartagenerista quieren poner la pelota en el tejado del jugador y éste, aún con tiempo para elegir, pretende hacer lo propio forzando una negociación que le reporte algún beneficio y no le obligue a marcharse con las manos vacías y por la puerta de atrás. A un mes justo del supuesto arranque de la competición liguera son muchas las circunstancias que pueden ir sucediéndose, aunque conforme vayan pasando los días la situación empezará a convertirse en más incómoda para el propio futbolista.

Hasta seis jugadores deben llegar todavía

Hasta seis jugadores deberá fichar el FC Cartagena aún esta pretemporada, que ha alcanzado su segunda semana de preparación. Así pues, el club albinegro tiene aún que negociar un contrato con un portero tras la marcha de Limones, más dos jugadores de medio campo -ambos organizadores- y dos o tres delanteros, dependiendo de qué futbolistas estén en el mercado y si el delantero cartagenero Arturo Rodríguez consigue definitivamente llegar a un acuerdo o no con la entidad albinegra para rescindir su contrato.