Desde la llegada de Raúl Moro al Real Murcia, la deuda del club grana, pese a que no hay datos de las cuentas de los últimos seis meses, no se ha reducido sino que ha aumentado, sin embargo, con el extremeño el miedo a los acreedores y a los embargos por parte de las administraciones públicas han sido sustituidos por una política en la que no cuentan las restricciones económicas. Nada más aterrizar en el consejo de administración el 28 de diciembre, Deseado Flores, consejero delegado y director deportivo del club, aprovechaba la apertura del mercado invernal para sacar la chequera y cambiar la cara a la plantilla a base de dinero. Pese a la inversión, que llegaría a los 300.000 euros entre fichas de jugadores contratados y rescisiones de los despedidos, el objetivo del ascenso a Segunda no se cumplió, pero el traspié no ha sido una excusa para que los nuevos responsables murcianistas sigan tirando la casa por la ventana.

De hecho, la política económica del Real Murcia tiene una única dirección, y esa es la de la confección de una plantilla de garantías. Por eso, el talonario está volviendo a ser fundamental. Si el pasado mes de enero Deseado Flores ponía sobre la mesa alrededor de 80.000 euros para convertir a Sergi Guardiola en el '9' del equipo grana; este verano incluso ha dado un paso más, y es que por primera vez ha alcanzado los 100.000 euros, una cifra de la que no se hablaba en Nueva Condomina desde que el equipo militaba en Segunda División, incluso en la última temporada en el fútbol profesional, algunos futbolistas tenían fichas inferiores.

A falta de la llegada de más incorporaciones, el central Pedro Orfila, que aterriza en Nueva Condomina después de varias temporadas en el Numancia, pasa a liderar el ranking de futbolistas mejor pagados de la plantilla murcianista. Según fuentes cercanas al jugador, el asturiano percibirá 100.000 euros en esta campaña 2017-2018. Además, tiene un segundo año firmado, aunque, tal y como dejaba entrever Deseado Flores en la presentación del jugador, esa segunda temporada estaría supeditada a la consecución de una serie de objetivos, posiblemente el ascenso al fútbol profesional.

Los 100.000 euros firmados a Orfila marcan un nuevo tope en la política salarial del Real Murcia desde que Raúl Moro asumiese el control de la entidad murcianista. De hecho, esa cifra incluso supera los alrededor de 85.000 euros que percibirá Biel Ribas y que fueron fundamentales para que el mallorquín rompiese el acuerdo verbal que tenía con el FC Cartagena para incorporarse a las filas del Murcia. «Es imposible rechazar esas cifras», se justificaba en privado el portero ante gente del mundo del fútbol. En total, en las dos campañas que ha firmado, el meta balear ingresará unos 170.000 euros de las arcas de Nueva Condomina, cantidad que casi duplica la que había apalabrado con el FC Cartagena, que en el mismo periodo le iba a pagar 90.000 euros.

Tal y como se ha publicado en otros medios, otro de los últimos fichajes que se colocará en el podio de los mejor pagados es el argentino Fede Vega. El lateral derecho que el martes firmaba su contrato con el Real Murcia podría tener una ficha que ronda los 80.000 euros.

Las cifras que el club grana está pagando en este mercado veraniego elevan la apuesta que ya se hizo en invierno, donde llegaron jugadores como Rayco, Juanjo y David Sánchez, cuyos salarios superan los 50.000 euros. Un escalón por detrás se encuentra Víctor Curto, por el que hubo que desembolsar un traspaso de unos 30.000 euros. Además, Borja Gómez, pese a estar sin equipo, firmó por dos campañas por unos 50.000 euros cada una de ellas. Y es que los contratos de larga duración son otra de las estrategias utilizadas por la secretaría técnica murcianista para convencer a futbolistas que dudan entre varias ofertas. Con el nuevo consejo de administración, todos los fichajes que han ido llegando han firmado por dos o tres temporadas.