Con apenas 24 años, Sergio Jiménez (Los Belones, 1993) está a punto de iniciar su quinta temporada como integrante de la primera plantilla del Cartagena. Viene de una temporada complicada, tanto en lo colectivo como en el individual. Las lesiones, de las que reconoce que no se recuperó debidamente, han lastrado su participación, y el equipo cayó en play-off ante el Barça B, según él de forma inmerecida. Ahora espera el inicio de un nuevo curso sin más objetivos que el que se les escapó en el Miniestadi hace apenas un mes.

¿Qué tal están yendo las vacaciones? ¿Hay ganas de empezar o se necesita este descanso?

De momento, estoy disfrutando de las vacaciones, que ya queda muy poco. Se necesita este descanso, porque hemos competido hasta el final y duro. Pero dentro de nada toca empezar, y creo que va a ser un año bonito.

¿Se necesita descanso físico, pero también descanso mental, no?

Sí, las dos cosas. A nivel personal lo necesitaba y a nivel grupal también viene bien ese descanso mental. La eliminación contra el Barça B fue un duro palo que no merecimos. Es un merecido descanso y estamos disfrutando de las vacaciones.

Después de esa eliminación contra el Barça B y una temporada en la que estuvieron primeros mucho tiempo, ¿cómo afrontaron este nuevo año?

Hemos demostrado que somos un gran equipo. Tanto Paco (Belmonte) como Manolo (Sánchez Breis) están haciendo muy bien las cosas. Seguro que van a formar un equipo competitivo para conseguir el objetivo que esta temporada no hemos conseguido.

¿Qué falló a final de año en esos últimos partidos de liga y en el play-off?

Fue un poco de mala suerte de cara a portería. Tuvimos mala suerte en ese sentido. Yo creo que el Barça B no fue mejor que nosotros. Esos dos goles que nos metieron en casa fueron fundamentales para esa eliminación.

¿Les llegaba a despesperar tantas ocasiones falladas, tanta falta de acierto de cara a portería?

Ya no es desesperación. Era la mala suerte que teníamos. Yo creo que era un mal de ojo. Todos mis compañeros se quedaron en siete goles y nadie pasaba de ese número. Eso fue duro, pero peleamos hasta el final y demostramos que éramos un claro candidato a subir.

En los primeros partidos de Alberto Monteagudo eran un equipo bastante solvente en casa. Pero, sobre todo en la segunda vuelta, se les escaparon muchos puntos en el Cartagonova. ¿Por qué?

No sabría explicarte por qué nos sentíamos más cómodos fuera de casa. Sabemos que la afición del Cartagena es un poco exigente, que es como debe ser. Y eso a lo mejor nos afectaba en ese sentido.

Empezó muy bien el año, estaba muy en forma, pero luego pasó un bache, con problemas de lesiones también. ¿Qué le ocurrió?

Me encontraba muy bien en pretemporada hasta que noté un pequeño dolor en la rodilla, y en vez de descansar, que era lo que tenía que haber hecho, quise forzar, quise seguir jugando. Eso me afectó y fue mayor el dolor. Tuve un bache bastante complicado, lo pasé bastante mal. Pero a final de temporada acabé bastante bien, sin problemas, y estoy con ganas de empezar porque, aunque el año pasado lo pasé mal, seguro que este va a ser diferente.

Gonzalo Verdú en muchos partidos le quitó el puesto de mediocentro defensivo. ¿Cree que ahora con su marcha va a ser indiscutible?

No, no. Yo creo que indiscutible no hay nadie. Gonzalo fue de los mejores de la temporada pasada. Se demostró que es un jugador muy polivalente que puede jugar en varias posiciones. En un equipo, ningún jugador es clave y nadie tiene el puesto asegurado.

¿Por qué los fichajes de invierno, excepto Llorente, no se adaptaron bien al equipo?

No sabría decirte por qué. Hay rachas, yo creo que no tuvieron buena suerte. Sabemos que eran muy buenos jugadores. Yo les deseo la mayor de las suertes y a ver qué pasa con los que vengan este año.

Monteagudo dijo que en play-off les costaba recuperarse de los esfuerzos. ¿Llegaron tan cansados al final del curso?

Sí. La liga fue bastante dura, fue muy competitiva, y eso se nota. A final de liga ya son muchos partidos en un año de competición, y eso se nota físicamente. Pero demostramos al final que podíamos haber pasado perfectamente.

Hubo momentos de tensión, como cuando Paco Belmonte y Manolo Sánchez Breis salieron a ratificar a Monteagudo después de cinco partidos sin ganar. ¿Cómo se vivió eso desde dentro del vestuario?

Nosotros estábamos tranquilos con el míster. Sabíamos que él tenía que seguir sí o sí. Los culpables éramos nosotros, que somos los que saltamos al terreno de juego. El míster no tenía nada de culpa y, en ese sentido, estábamos tranquilos.

Hemos visto que a Arturo, que también es de Cartagena, no le ha ido bien este año, y a otros como Gonzalo sí. ¿Supone una responsabilidad añadida o al contrario?

La gente aquí espera mucho de nosotros porque confía mucho en nosotros. Creo que Arturo es un grandísimo jugador. Para mí no ha tenido suerte, pero es un delantero top de la categoría. Él de cara a portería ha tenido mala suerte, pero entrenando se notaba que es muy buen jugador y en el campo es capaz de fabricarse él solo las ocasiones.

¿Le gustaría compartir vestuario con algún jugador en especial de cara a esta temporada?

No, yo estoy contento con lo que hacen Manolo y Paco. Estoy seguro de que harán un equipo competitivo y dentro del vestuario seremos todos compañeros, sin ningún problema, que eso es bastante importante. Pero no tengo ninguna preferencia por ningún jugador.

¿Qué rivales ve para competir en el grupo IV por los puestos de ascenso?

Nunca se sabe. Mira el año pasado el Villanovense, que parecía que no tenía buen equipo y al final se metió arriba. Cualquier equipo te puede sorprender. No te puedo decir ninguno porque luego aparece cualquiera.

El año pasado el objetivo al principio era meterse en play-off y luego las cosas fueron distintas, el objetivo fue luchar por el primer puesto. ¿No conseguir el ascenso el próximo año sería un fracaso?

Ya este año ha sido un fracaso. Durante toda la temporada el objetivo era el play-off, y sobre todo, intentar conseguir el primer puesto. Y el año que viene es igual. El objetivo es subir. Si no se consigue, puede ser un fracaso o no, depende de nuestro juego y de cómo nos adaptemos en el terreno de juego. Pero haciendo las cosas como las hemos hecho este año y teniendo un poco más de suerte, creo que podemos conseguirlo.

Se marcha gente que suele compartir centro del campo contigo como Fernando Llorente, Juanlu Hens y a ver qué pasa con Quique Rivero. ¿Cree que eso puede afectar al estilo de juego?

Quique Rivero es un jugador de Segunda División. Ojalá se quede con nosotros porque es un jugador que en cualquier equipo se nota. Si al final no se consigue esa renovación y se va a otro equipo, le deseo toda la suerte, igual que al resto de mis compañeros, y estoy seguro de que la directiva buscará a un hombre que pueda cubrir esa plaza y lo haga igual de bien.

Le renovaron tres años, tienes contrato hasta 2019. ¿Eso le hace sentirte como el jugador de futuro del club?

Sí, sí. Desde el primer momento en que llegaron Manolo y Paco me transmitieron su confianza, y más este año, que lo he estado pasando y ellos en todo momento estuvieron a mi lado. Eso es de agradecer. Esa confianza me viene bien y quiero devolvérsela con buenos partidos y con buenos resultados.

La afición el año pasado estuvo con el equipo. Hubo partidos con mucha asistencia al estadio. ¿Espera que, aunque no se consiguiera el objetivo, esta temporada sigan animando al equipo y acudiendo al estadio Cartagonova?

Creo que demostramos que somos un equipo competitivo, que podemos conseguir el objetivo de ese ascenso y espero que la afición responda, porque nosotros vamos a responderles. Es muy importante para nosotros que estén cada domingo arropándonos y animando al equipo.