El UCAM Murcia CB se ha vuelto a quedar sin Fotis Katsikaris. Esta vez no ha sido un equipo ruso de primer nivel, sino un histórico de Israel, el Hapoel Jerusalem. Ni las promesas de mejorar la plantilla y de tener un proyecto más ambicioso han valido para que el entrenador griego se quede un año más en la capital del Segura. La entrada en escena del campeón israelí en la tarde del martes, una noticia de la que ya se hizo ayer eco este diario, acabó con las esperanzas de José Luis Mendoza y sus colaboradores de renovar a un preparador que conectó desde el primer día con una afición que anhelaba su continuidad y para la que el próximo reto del club ganaba credibilidad con su presencia. Pero a primera hora de ayer tarde, Katsikaris comunicó a Alejandro Gómez, director general de la entidad, que había aceptado la oferta del Hapoel Jerusalem. Un contrato por tres temporadas y una elevada cantidad económica que no ha trascendido han tenido la culpa, además de la libertad que le ha dado el club israelí para formar una plantilla a su imagen y semejanza.

«Es difícil volver a decir adiós por segunda vez a un lugar en el que me he sentido como en casa», decía ayer Katsikaris en una carta de despedida que distribuyó el club a los medios de comunicación. La noticia cayó como un jarro de agua fría en la afición murcianista, que deseaba que el primer rostro de la temporada 2017-2018 fuera el del técnico de Korydallos. La familia del preparador se quedó a vivir en Murcia el pasado verano cuando aceptó la oferta del Lokomotiv Kuban, pero en esta ocasión había desaparecido ese lazo, ya que su hijo Alexandros, que hasta esta temporada ha jugado en el equipo júnior B del club, iniciará una nueva etapa estudiando en una universidad estadounidense, como ya hizo hace un tiempo su hija mayor. «Me ha costado mucho tomar la decisión, y es puramente profesional, mirando mi futuro y el de mi familia», indicó en la misma carta de despedida el entrenador.

Los acontecimientos se desarrollaron a gran velocidad. El martes por la tarde, tras conocer el Hapoel que el italiano Simone Pianigiani había aceptado una oferta del Olimpia Milán para volver a su país, se puso en contacto con el agente de Katsikaris, quien no había intervenido en las negociaciones con el UCAM Murcia para renovar que se habían iniciado el lunes. Según ha podido saber esta Redacción, el preparador lanzó un órdago al club israelí: un contrato largo, manos libres para componer la plantilla y rápida decisión. Y la respuesta afirmativa a todas las condiciones impuestas llegó ayer mañana. Minutos después, Katsikaris llamó a Alejandro Gómez para comunicarle que se marchaba a un club que la próxima temporada disputará la Eurocup con el reto de ganarla y lograr así el pasaporte para la Euroliga. Por tanto, cuando parecía que las amenazas de otros grandes banquillos habían desaparecido y que estaba despejado el camino para que el UCAM renovara a Katsikaris, un club que no se esperaba que apareciera en escena ha acabado con la segunda etapa, tan exitosa como la primera, del griego en Murcia.

«No nos vamos a parar, vamos a seguir trabajando para construir un proyecto tan ambicioso como el que iba a ser con Katsikaris», decía ayer Alejandro Gómez, quien ya tenía en la recámara al entrenador idóneo para el nuevo proyecto, el vasco Ibón Navarro, quien en las últimas tres temporadas siempre ha estado en las quinielas para ocupar el banquillo murcianista. Aunque el ex del Manresa es el mejor colocado, también hay otros técnicos en cartera, como Porfirio Fisac.

El vitoriano Ibón Navarro, criado en el Baskonia, tiene 41 años de edad y en los dos últimos cursos ha estado en el club manresano. En el primero logró la permanencia con un equipo muy limitado al que sacó el máximo rendimiento, pero en el último no consiguió obrar el milagro y el Manresa descendió a la LEB como colista de la clasificación. En cualquier caso, más allá de los resultados, el método de trabajo del vasco encaja perfectamente en la filosofía del club. Su estilo es muy parecido al de Katsikaris, basado en equipos aguerridos y bien trabajados tácticamente.

Navarro inició muy joven su carrera en los banquillos. Estuvo en la cantera del Baskonia hasta que en 2006 se convirtió en ayudante de Rafa Sanz en el Tenerife. Solo un año después regresó al club vasco para ser segundo entrenador de Neven Spahija y Dusko Ivanovic. Volvió a volar, en este caso al Menorca con Paco Olmos, con quien continuó un curso después, en la 2011-2012, en el Valencia. En 2013 regresó a Vitoria de la mano de Sergio Scariolo, para en noviembre de 2015, tras ser despedido Marco Crespi, se convirtió en el primer entrenador hasta el final de la temporada.

Navarro se encuentra en estos momentos concentrado con la selección nacional sub-20, de la que es el máximo responsable. El vasco se encuentra en Platja d'Aro preparando el Campeonato de Europa, que a mediados de julio se disputará en Creta y donde España defenderá su medalla de oro.

La sub-20 jugará dos torneos de preparación en los próximos días, uno en la propia localidad catalana de Platja d'Aro, ante República Checa, Alemania y Francia; y otro en Grecia ante Islandia, Italia y la selección helena. Sergi García, Daniel de la Rúa, Andrew Ramírez, Xavi López, Guillem Jou, Santiago Yusta, Jonathan Barreiro, Tomeu Rigo, Jose Antonio Blázquez, Eric Vila, Jon Galarza, Marc Martí, Jaume Sorolla y Robinson Idehen son los jugadores que están a las órdenes de Ibón Navarro.

Por su parte, Porfirio Fisac acaba de ascender con el Gipuzkoa Basket a la Liga ACB después de dirigir en el pasado al propio equipo de San Sebastián, Valladolid y Baloncesto Fuenlabrada en la máxima categoría. Además, también han llegado hasta las oficinas del club otros ofrecimientos de técnicos extranjeros.