Muchos aficionados lorquinos, sobre todo los más jóvenes, no terminan de entender la situación que se está viviendo en Lorca con el Deportiva y el Fútbol Club, sobre todo con el último. El director general del club más joven, Joaquín Romeu, ha admitido que Xu Genbao, presidente del Lorca FC, tiene la intención de vender la Sociedad Anónima Deportiva de la que es el único accionista con el cien por cien de las acciones. La plaza del club lorquino recién llegado al fútbol profesional seguiría en Lorca, pero si aparece un comprador que ofrezca el dinero que quiere el mandatario chino, en torno a quince millones de euros, cambiaria la cúpula. Aunque esto, no parece que esto vaya a ocurrir a corto plazo.

Pero ni mucho menos sería la primera vez que ocurriera algo parecido en Lorca, ya que ha sucedido con cantidades mucho más pequeñas. En la temporada 99-00, el entonces Lorca CF presidido por Pedro Martínez, vendió la entidad a la empresa de Martín Mingarro y Santos Márquez por unos trece millones de las antigüas pesetas, aunque más tarde el club murió en 2003 por impagos. Fue entonces cuando Antonio Baños capitaneó a un grupo de empresarios de la construcción y adquirió la plaza del Balsicas en Tercera División y, de rebote, al Torreagüera de Preferente. Se habló de sesenta mil euros la operación y nació otro Lorca Deportiva que estuvo a punto de ascender a Primera División, pero que en la campaña 2008-2009 fue vendido por un euro al empresario lorquino Manuel Muñoz Carrillo. Quien lo terminó de rematar y ese Lorca que tocó el cielo, desapareció por deudas.

En la campaña 2010-2011, otro empresario, en esta ocasión de juegos recreativos, Cristóbal Sánchez Arcas, adquirió la plaza del Sangonera por casi 300.000 euros en Segunda B para el nacimiento del Lorca Atlético, quien dejó de existir dos temporadas después tras descender a Tercera. Mientras tanto, La Hoya, con una década de historia en ese momento, ascendió a Tercera y después a Segunda B. Una gestión deportiva y económica intachable.

Cuando la directiva que presidía Luis Jiménez ya llevaba la luz de la reserva encendida, apareció Xu Genbao quien por mediación de Romeu compró el club hoyero por casi un millón de euros, allá por noviembre del 2015. El empresario chino lleva puestos en torno a cinco millones de euros, entre la compra, la conversión en Sociedad Anónima y demás y esa cantidad es la misma que va a recibir de la Liga de Fútbol Profesional esta temporada tras ascender a Segunda División.

Por su parte, el otro equipo de la Ciudad del Sol,el Lorca Deportiva, el cual solo se parece en el nombre al que capitaneó Moreno Manzaneque entre el 1980 y 1994, y otro Lorca Deportiva con Baños, primero, y Carrillo después, desde 2003 hasta 2009, había empezado su andadura en primera territorial en 2012 llegando hace dos campañas a Tercera División.

La gestión del presidente Joaquín Flores no tenía ninguna pega, pero ya no está dispuesto a seguir poniendo dinero. El intento de fusión con el Lorca FC resultó fallido y una empresa de Quique Pina y Pedro Cordero, entre otros, se hizo con las riendas deportivas y económicas del club en octubre del 2016. La condición que hay firmada es que si este Lorca Deportiva asciende a Segunda B esta tarde, Flores recibirá en torno a 60.000 euros y quedaría desligado de la entidad a todos los efectos.

Por lo tanto, hasta seis operaciones de compraventa hacen que Lorca se convierta en una ciudad volantera con respecto a los equipos de fútbol. La pregunta de los más veteranos del lugar es: ¿qué tiene la Ciudad del Sol que tanta gente se fija para invertir en fútbol? Y eso que se ha demostrado que no hay masa social suficiente para soportar dos clubs y encima mal avenidos.

Tan solo en una ocasión, en la temporada 94-95, se logró la fusión de los tres equipos que había por entonces. El Lorca Deportiva de Manzaneque, el Lorca Promesas de José Miñarro, ambos en Tercera, y el Unión Deportiva Lorca, de Pedro Martínez, en Preferente, se fusionaron para que naciera el Lorca Club de Fútbol. Aquello fue un hito en la ciudad lorquina.