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Cuando los retos deportivos que un club se marca no llegan, la temporada se convierte en una decepción y el camino vuelve de nuevo a empezar casi de cero. El Cartagena se ha quedado en la senda del ascenso, a dos partidos de conseguirlo, lo que ha supuesto cierta sensación de desazón para los jugadores, sobre todo, de intranquilidad para los dirigentes y de decepción para los aficionados. Y es que la temporada se convierte de nuevo en un suplicio repleto de encuentros hasta la hora de la verdad.

Conocidos los límites deportivos alcanzados por la entidad, lo que ha acontecido este año en el asunto administrativo es digno de reseñar, porque es más que probable que esta entidad nunca haya sido capaz de alcanzar unos números, en materia económica, similares a los que el club en la temporada 2016/2017 ha obtenido.

El Cartagena ha obtenido un sobresaliente en economía deportiva, o lo que es lo mismo, no solo ha cubierto el presupuesto de la temporada -1.200.000 euros-, sino que además ha logrado gracias a la venta de abonos, entradas y patrocinios, que no haya gastos pendientes cuando el 1 de julio dé comienzo la próxima campaña.

El dinero que ha llegado a la entidad proviene de tres fuentes principalmente: los abonados, los patrocinadores y ayudas públicas y, por último, la venta de entradas en partidos trascendentales.

El club ha conseguido tener la confianza de los aficionados para convertirse en una de las entidades con mayor número de abonados. Gracias al respaldo de la masa social ha recaudado en forma de venta de carnés 400.000 euros.

Los abonados han respondido adquiriendo 6.800 carnés, lo que ha supuesto que la media de espectadores haya superado en varias ocasiones los siete mil aficionados en el campo. El crecimiento exponencial ha sido notable, lo que hace que los ingresos en carnés se conviertan en una entrada importantísimo de dinero.

La segunda razón atribuible a este éxito presupuestario hay que ponerla en los patrocinadores privados y en las ayudas públicas. Si empezamos por la segunda, cabe destacar que el Ayuntamiento abonó 50.000 euros en concepto de subvención directa a la Fundación FC Cartagena y la Comunidad Autónoma aportó 30.000 euros a través de Teatro Romano, que lució en su camiseta.

El mundo empresarial se ha despertado de la mano de Paco Belmonte y Manolo Sánchez Breis. Empresas como Spar, Talasur, Centro Médico Virgen de la Caridad, Caixabank, Licor 43, Jimbee, etc., han puesto su grano de arena para que la entidad consiga recaudar más de 420.000 euros en ingresos por patrocinio, lo que sumado a las subvenciones públicas supone otros 500.000 euros para la cuenta bancaria del club.

Cerca de 250.000 euros ha recogido en venta de entradas, sobre todo en el derbi y en los dos encuentros de la fase de ascenso.

Las cifras invitan al optimismo y aunque hay mucho trabajado, nadie puede despistarse «Hemos crecido año a año y estamos muy agradecidos a los que nos han apoyado y esperamos que sigan con nosotros», decía Sánchez Breis, director general del club.