El albaceteño Deseado Flores, que en noviembre de 2016 llegaba al Real Murcia de la mano de Raúl Moro, asumió su primer cargo nada más comenzar diciembre. De una reunión del consejo de administración presidido por Martínez Abarca, el albaceteño salió con un poder que le convertía en el nuevo director deportivo de la entidad murcianista. Ya con la entrada oficial de Moro y de todo su equipo, el empresario hostelero lideró la revolución invernal, en la que llegaron hasta diez fichajes para reforzar una plantilla que, pese a conseguir clasificarse para el play off, ha fracasado al no lograr el objetivo del ascenso. Y la planificación de la próxima temporada no traerá cambios en cuanto a la dirección deportiva. Aunque el propio Deseado Flores lleva meses reiterando que para la campaña 17-18 se profesionalizaría el puesto de director deportivo con la contratación de una persona experta en esas funciones, finalmente, el manchego le ha cogido el gusto a su actual cargo y ha decidido dar un golpe de timón respecto a los planes que decía tener, por lo que la nueva plantilla grana estará de nuevo confeccionada por él.

La noticia no ha pillado por sorpresa en las oficinas de Nueva Condomina, donde llevaban semanas defendiendo que el despacho de director deportivo seguiría estando ocupado por Deseado Flores. De hecho, el albaceteño tuvo claro desde un primer momento que quería asumir esa responsabilidad. Incluso antes de aterrizar en el Real Murcia, ya había realizado movimientos para poder meterse en el mercado del fútbol representando a jugadores. Según fuentes de este diario, como no dispone del carné de la Federación para poder ejercer esa tarea, mantuvo distintas reuniones con personas que sí tienen la titulación necesaria para que le prestasen dicha credencial, aunque su intento no llegó a buen puerto.

Ahora, una vez que ha probado el plato por el que apostó de inicio, Deseado Flores ya ha dejado entrever que mantendrá la silla. Así lo deslizó en la rueda de prensa de la presentación de la campaña de abonados. Cuando fue cuestionado por la llegada de un secretario técnico, señaló que «no descarto un giro inesperado». «No puedo concretar nada porque estamos definiendo las cosas, pero puede ser que en vez de un director deportivo lo que hagamos es una reestructuración interna».

Esto significaría que el hostelero mantendría todo el poder en el capítulo de fichajes, aunque podría rodearse de algunos ojeadores que le fueran ayudando en la tarea. Uno de los nombres que puede aterrizar pronto en Nueva Condomina es el de Luis Casas. El exmurcianista, que llevaba varias temporadas realizando distintas funciones en el Elche -analista, miembro de la comisión deportiva, segundo entrenador...-, ha acabado su etapa en el club ilicitano y podría sumarse al equipo de Deseado Flores, y es que Casas mantiene una buena relación con José Antonio García Franco, otra de las personas que colabora con los responsables murcianistas.

Con el albaceteño, que además es el consejero delegado del Real Murcia, en la dirección deportiva, los responsables del club están trabajando ahora para contratar a una persona que asuma las labores de gerencia. Algunas fuentes señalaban que ese despacho podría ser para Pedro Contreras, quien no tiene ningún cargo definido en la entidad murcianista, pero según ha podido saber esta redacción, el murciano ha demostrado que no está preparado para ejercer esas funciones, como se vio hace unas semanas en una reunión en la sede de la Liga, donde estuvo perdido y tuvo que apoyarse en varias ocasiones en otra persona del club. Solo el gran trabajo realizado en los últimos meses por los empleados granas, y eso que acumulan varias mensualidades sin cobrar, ha permitido que los errores de los recién llegados se hagan menos evidentes.

Por ello, Deseado Flores ha convencido a Raúl Moro para confiar la gerencia del club a una persona con experiencia y de su absoluta confianza. Si todo sigue su cauce y se lleva a cabo esa reestructuración de la que el albaceteño hablaba el miércoles, en los próximos días aterrizará en Nueva Condomina la cartagenera Cristina Bustillo. Lo más normal es que la que fuera responsable de prensa y gerente del FC Cartagena sea presentada como directora general, cubriendo la plaza que quedó vacante cuando Víctor Alonso fue despedido.

El gran problema al que se enfrenta ahora Deseado Flores, según señalan fuentes cercanas al albaceteño, es encontrar un hueco en la estructura a Pedro Contreras. Todo apunta a que este se encargará de reforzar el área de prensa y marketing, pese a que el club ya cuenta con dos profesionales dedicados a esas labores y a que en febrero se despedía a una de las personas que también se dedicaba a esa materia al considerar que un club de Segunda B no puede tener a tanta gente realizando tareas parecidas.