Tan cruel como inesperada fue la despedida de todo un ciclo, de una generación de exitosos jugadores de fútbol sala que se despide de Murcia sin conseguir el título de Liga. Como si del guión del mejor de los dramas se tratara, el final a una temporada que estaba siendo magnífica quedó marcado por una caída. En la tanda de penaltis del tercer y definitivo partido de semifinales entre ElPozo y el Barça Lassa, con el Palacio de Deportes de Murcia prácticamente lleno hasta la bandera y tras un empate a dos en el tiempo reglamentario y prórroga, el ala cordobés Andresito se dispuso a ejecutar el segundo lanzamiento para la escuadra charcutera. El pie de apoyo, el derecho, patinó sobre la pista y forzó el resbalón y consecuente costalazo de Andresito. Pero junto con él, cayeron las ilusiones de miles de seguidores murcianos. Fue el golpe más duro de encajar.

Las lágrimas posteriores delataron lo cruel de la historia. ElPozo, un equipo que siempre se sustenta más por lucha y brega que por calidad, hincó la rodilla ante un Barça con más presupuesto y fortuna de la esperada. Con la eliminatoria igualada a uno, el tesón y el esfuerzo de los murcianos equilibraba con la escasez de propuestas de juego del técnico blaugrana, Andreu Plaza, centrado en achicar espacios y encomendarse a la magia de jugones como Ferrao, Sergio Lozano y Dyego. Por ello, ElPozo merecía estampar en todas las narices una buena dosis de realidad a su rival culé. Pero en fútbol sala, como en la vida, quien perdona paga.

ElPozo salió con poca chispa al partido, consciente de que debía aprovechar ciertos momentos del encuentro para poder hacer daño. Con una circulación lenta y para nada precipitada, un Barça tan replegado como ordenado se encaramaba sobre Ferrao para hacer daño al guardameta Fabio. El choque de estilos era tan categórico como evidente. Los de Duda digerían la posesión con pausa. Los de Plaza, golpeaban en transiciones relámpago. Pero el diablo renació desde el infierno para echarse a su equipo y a toda la afición a su espalda. Álex creaba desde atrás, ejecutaba movimientos de ruptura para sus compañeros y combinaba con muchísima energía. Tenía que hacer un esfuerzo sobrenatural para evidenciar la actuación mediocre de sus compañeros.

En un primer tiempo con muchas faltas, ElPozo dispuso de hasta dos oportunidades desde el punto del doble penalti. Bebe lanzó fuera, y Raúl Campos se estrelló con Paco Sedano. Y ahí estuvo medio pase a la final. Sedano tuvo que saltar a la cancha después de que el arquero titular, el ciezano Juanjo, ejecutase un paradón fuera del área. Roja directa y superioridad durante dos minutos para ElPozo, que se estampó contra el repliegue del muro blaugrana, liderado por un Sedano que se vuelve a reafirmar como portero titular.

Los increíbles reflejos de Sedano y un trabucazo de Miguelín al larguero precedieron al jarro de agua fría. En un desajuste defensivo clamoroso de todo el equipo, Dyego entregó por el centro de la pista a Ferrao. El brasileño recibió ante Fabio y con el interior de la bota derecha, alojó la pelota en la misma escuadra.

Sin embargo, tras el descanso, ElPozo aprovechó para recargar una buena dosis de lo único que le hacía falta. Chispa y un poquito de acierto. Con un minuto de diferencia, en el 21 y en el 22, los murcianos voltearon el marcador. El canterano Fernando bajó los humos a Sedano con un tanto antológico casi desde su área. Golpeó fuerte y ajustado sobre el portero para hundir el balón en la portería. Y Miguelín, poco después, firmaba el segundo tras saque de esquina con un golpeo marca de la casa: recibió en corto tras servicio de Matteus, y fusiló cruzando hacia la base del palo largo. Un tanto similar al que dio a ElPozo la Copa del Rey ante Navarra.

Ese sí era ElPozo. El Barça, tan agazapado como noqueado, dejó correr el reloj evitando que la sangría fuese mayor. Ya había aguantado un vendaval antes del descanso, consiguió rehacerse tras esa pájara en el segundo, y la estrategia, tan simple como ramplona, le funcionó.

Los azulgranas empataron cuando se encaraba la recta final del partido. En el minuto 34, Dyego recibió escorado en banda izquierda. Tras fintar de fuera hacia dentro, golpeó con la zurda a media altura firmando un tanto de muy bella factura. El brasileño, con poco, volvía a ser determinante para los suyos. Tras tres combinaciones en diagonal perfectas de ElPozo, los locales pudieron firmar el tanto del triunfo. Pero ni Pito estuvo acertado, ni Raúl Campos consiguió enviar la pelota a un sitio que no fuera el larguero.

En la prórroga, con las piernas pesadas y los nervios a flor de piel, el Barça fue mejor. Los jugadores más determinantes del plantel azulgrana, como Joao, Lozano, Dyego y un Ferrao que estrelló el balón en la cruceta, intentaron arreglar el planteamiento rácano de todo el partido sin tener que aprovechar la tanda de penaltis. Pero ElPozo, tan fundido como nervioso y sujetado por un gran Fabio bajo palos, resistió.

El desenlace ya ha sido relatado tantas veces que hasta duele recordarlo. Tan triste como las lágrimas de Andresito, cuyo infortunio no incomodó los tres tantos de la tanda de Aicardo, Lozano y Ferrao. Ni final ni Copa de Europa. Así fue el adiós más amargo para un ciclo de excelentes jugadores como Bebe o Raúl Campos, e incluso puede que para el técnico, Duda. Y es que puede que siete años sin ganar una Liga sean demasiados, incluso para ElPozo Murcia.