Mientras que miles de madridistas preparan sus maletas para coger el avión que les llevará a presenciar la tercera final de la Champions League que disputará su equipo en los últimos cuatro años, dos vecinos de Totana restan los kilómetros que les separan del Millennium Stadium. Por tercera vez, Pepe y Miguel, han iniciado una aventura en la que la distancia no es un obstáculo. Los dos murcianos, a los mandos de un Renault 4, tratarán de regresar a la Región con la ´Duodécima´ después de que en las finales de Lisboa (2014) y de Milán (2016) el Real Madrid consiguiera hacerse con el título ante el Atlético de Madrid.

«El coche me lo dejó en herencia mi tío, que era un madridista acérrimo, y surgió la idea de que estuviera presente en las ciudades donde se disputan las finales europeas», afirma Miguel a LA OPINIÓN. Iniciaron el camino el pasado miércoles y ayer por la tarde se encontraban cruzando Le Mans. «Para la ida vamos a llegar por el túnel del Canal de La Mancha y para la vuelta lo más seguro es que tengamos que optar por el ferry hasta Santander», cuentan.

Los más de 2.300 kilómetros que separan Totana de Cardiff no han sido un impedimento para afrontar un desafío que hasta la fecha ha sido el de mayor distancia que ha afrontado el vetusto automóvil para acompañar al conjunto blanco en sus últimas conquistas por Europa. En el año 2014 este ´cuatro latas´ recorrió los 900 kilómetros que separan a la localidad murciana de la capital portugesa y el pasado año finalizó sin problemas los 1.600 kilométros hasta Milán. Dos finales que tanto Pepe como Miguel presenciaron en el Estadio de la Luz, en San Siro y, mañana, también se sentarán en las butacas del Millennium Stadium de la capital galesa con el objetivo de regresar con la misma suerte. «Como muy tarde esperamos llegar a Cardiff el sábado por la mañana», aseguraron ayer a este diario.

Sin embargo, al contrario que en las dos anteriores ocasiones, esta vez también se están enfrentando a un problema mecánico que de momento no les está ralentizando. «En los viajes a Lisboa y Milán fue todo bien, no tuvimos ningún problema, pero ahora contamos con una pequeña fuga de aceite y tenemos que parar algunas veces para recargar», explicaron a este medio. Cuando lleguen mañana a Cardiff habrán completado casi un total de tres días conduciendo, con sus respectivas paradas para descansar y dormir, que también están compartiendo con todos sus amigos y seguidores a través de las redes sociales.

Durante el día de hoy está previsto que los dos totaneros puedan recorrer la mayor cantidad posible de kilómetros hasta completar los últimos ochocientos que les separan de su objetivo. Cuando consigan llegar a Gales se unirán al resto de aficionados madridistas y habrán cumplido su principal misión. La segunda parte dependerá de lo que ocurra sobre el terreno de juego, aunque el deseo de ambos será poder realizar el viaje de vuelta con la Duodécima en el maletero tal y como ha ocurrido en las dos últimas ocasiones.

Un viaje que prácticamente se ha convertido en una tradición y que, de momento, ha dado suerte al conjunto blanco en sus últimas finales europeas, por lo que esperan que eso se mantenga y que el Renault 4 en el que viajan pueda visitar más destinos del viejo continente en los próximos años. La final de 2018 será en Kiev (Ucrania) y en caso de que el Real Madrid consiga disputar su tercera consecutiva la distancia superaría los 3.500 kilómetros. La suerte está echada.