ElPozo Murcia se jugará el próximo sábado (13.15 horas, Teledeporte) el pase al final de liga y la posibilidad de jugar en Europa la próxima temporada tras caer en el segundo encuentro de semifinales frente al Barça por 5-1. Fue un choque donde ganó el conjunto local porque, a grandes rasgos, más fe tuvo. Y si bien se llegaría al final del primer tiempo con empate en el luminoso, en el segundo acto los de Duda se vieron incapaces de detener a un rival que les hizo sangre. Mucha. Ahora, será el Palacio el que dicte sentencia.

La primera parte del encuentro tuvo como dueño del balón y las ocasiones a ElPozo y, posteriormente el peso del ataque pasó a manos del Barcelona. Los de Duda, que apostó por su habitual quinteto de internacionales españoles, saltaron al parqué con la intención de asestar el primer golpe. Y cerca estuvieron de lograrlo. Hasta cuatro claras ocasiones, incluido un lanzamiento al larguero de Raúl Campos, fue la carta de presentación del cuadro murciano. Sin embargo, sus oportunidades no sirvieron para lograr adelantarse en el encuentro, algo que lograría el Barça. Tras los avisos de los de Duda, una falta en la frontal sirvió para que Dyego pusiese por delante a los suyos y, con el gol, llegó el alud de lanzamientos a puerta del cuadro blaugrana. Solo el poste y un gran Fabio evitaron que cayesen más tantos a favor de un Barça que asedió al equipo de la capital del Segura, incapaz de sacar el balón jugado y que, además, sumó su cuarta falta cuando todavía no se habían cumplido los primeros cinco minutos.

Pero en una jugada aislada en mitad del vendaval local, Andresito soltó un zurdazo imposible tras una brillante asistencia de Raúl Campos y llevó las tablas al luminoso. La igualada en el marcador también se trasladó al capítulo de las faltas y a la posesión del esférico. El partido se equilibró, abriéndose un mundo de posibilidades de gol para ambos conjuntos que, si bien lo intentaron de todas las formas posibles, no lograron volver a ponerse por delante de su rival antes de enfilar el túnel de vestuarios.

Restaban veinte minutos para dos equipos que se jugaban la vida. Los locales afrontaban no dar por finalizada la temporada ante los suyos y forzar el tercer encuentro de semifinales mientras que los visitantes pugnaban por sellar su pase a la final y certificar su plaza europea. Así, ambos conjuntos saltaron con todo y ya en el primer minuto se había visto un lanzamiento al palo por cada bando cuando Dyego volvió a poner por delante a los suyos al desviar un lanzamiento de Sergio Lozano.

ElPozo se volvía a ver por debajo en el luminoso y trató de tomar el mando a pesar de la altísima presión con la que los pupilos de Plaza ahogaban a los de Duda. Y, en otra falta, Joao batió a Fabio con un durísimo disparo. En mitad del desconcierto, el Barça supo volver a ver la debilidad del rival y anotó el cuarto del encuentro gracias a Marc Tolrà. Tres goles en ocho minutos era un golpe demasiado difícil de digerir. El cuadro catalán, más cómodo y fluido en su juego, dominaba todas las facetas del partido mientras que los visitantes no conseguían imponerse. Se habían ido del encuentro. O los había echado. Sea como fuere, el caso es que ElPozo era una sombra de sí mismo, y la realidad se tornó todavía más dura al encajar el quinto gol, obra de Ferrao.

Tirando de heroica o de desesperación, que cualquiera valía, saltó Bebe de portero-jugador. Como mínimo iban a frenar la sangría. Solo quedaba marcar, algo que no consiguieron, y dejaron pasar una oportunidad de sellar su billete a Europa después de tantos años. En casa queda ahora la oportunidad de volver a luchar por la liga.