­Raúl Moro Martín dio ayer el primer paso para convertirse en el máximo accionista del Real Murcia. El extremeño, que desde el pasado mes de enero se encarga de la gestión del club sin tener el poder absoluto, anunció ayer que el 23 de junio -un día antes de la vuelta de la tercera eliminatoria del play off- se celebrará (12.00 h.) una junta de accionistas en la que, entre los puntos del orden del día, destaca la aprobación de una reducción del capital social para compensar las pérdidas que tiene la entidad y de una ampliación de capital en la que se lanzarían 80.000 nuevas acciones al precio de cinco euros con diez céntimos cada una -un total de 408.240 euros- y a las que solo podrían acceder los socios actuales, una condición con la que Raúl Moro quiere evitar que cualquier otro pueda hacerse con unas acciones a bajo coste. Con las cartas del extremeño boca arriba, la decisión final dependerá de los herederos de Jesús Samper, que actualmente son los apoderados de Gestora Deportiva Murciana, empresa que tiene la mayoría de las acciones del Murcia. Sin el voto favorable de Gonzalo y Patricia Samper, el grupo de Raúl Moro no podrá llevar a cabo ninguno de los movimientos que está planeando.