El extenista profesional Javier Soler, director deportivo de la Real Federación Española de Tenis, estuvo ayer en Murcia junto a su cuerpo técnico dentro del plan de seguimiento que está realizando a jóvenes valores. El barcelonés supervisó el trabajo que realiza la Federación Murciana que preside José Alcolea y analizó para LA OPINIÓN el estado de salud actual de este deporte en nuestro país.

La junta directiva de la Española, presidida por Manuel Díaz Román, inició hace un año un plan de ayudas a jóvenes tenistas con una dotación de 235.000 euros de edades comprendidas entre los 15 y 19 años, disminuyendo también la estructura de la concentración permanente en el CAR de Sant Cugat, ya que «entendemos que los jugadores ya no tienen por qué salir de sus entornos para formarse, puesto que contamos con grandes técnicos en todo el país», dijo.

En el punto de mira de la Española hay dos jugadores murcianos, Carlos Alcaraz, que está en su último año infantil, y la aguileña Alba Rey. «A Alcaraz, pese a que aún no entra en la edad, le estamos ayudando para que pueda entrar en las mejores condiciones, ya que es un chico que tiene muy buenas condiciones. Si se hace un buen trabajo y con humildad, ya veremos su progresión paso a paso», apuntó, mientras sobre Rey dijo que «estamos estudiando cómo poder ayudarla en el futuro, ya que por limitaciones presupuestarias no hemos podido ahora». Sin embargo, pese a los buenos resultados de estos dos jugadores murcianos, Soler afirmó que «lo que más me preocupa es que adquieran el mejor nivel tenístico posible, y cuando tengan 18 o 19 años empezaremos a pensar qué futuro pueden tener, puesto que he visto tantos tenistas que se han quedado por el camino, que es mejor hacer muy buen trabajo diario y plantearte en el futuro qué pasa».

«En este país estamos acostumbrados a perder la paciencia con mucha facilidad», incidió el técnico de la Española, quien también está alarmado por la excesiva presión que se «a la que se está sometiendo a chicos en edad alevín y benjamín. No nos podemos precipitar ni saltar los cursos, porque nos estamos equivocando una barbaridad con los niños. Estamos cometiendo muchos errores porque encumbramos muy pronto a chicos y los ponemos en un estatus que no es el suyo», declaró. De hecho, la Federación va a poner limitaciones a los tenistas en edades tempranas, «ya que no puede ser que un niño juegue 26 torneos en un año, ya que necesitan entrenar. Para evitar eso se van a adoptar medidas que no van a gustar a muchos, pero que se tienen que tomar por su bien», puntualizando también que «un estudio del doctor Ángel Luis Cotorro entre 1.500 jóvenes, se ha apreciado que están apareciendo en jugadores de 15 o 16 años lesiones que antes no padecían de codo, muñeca e incluso de cadera, que son ocasionadas la mayoría por el estrés».

Soler se muestra preocupado por la tendencia de los padres de querer convertir a sus hijos en un nuevo Nadal: «Lo de Rafa Nadal es una excepción en el mundo del tenis y no podemos pretender que jugadores nuestros sean Rafa Nadal el día de mañana porque nos estamos equivocando. No podemos poner el listón tan alto con las nuevas generaciones», terminó diciendo.