No corren buenos tiempos para los atacantes del UCAM Murcia. A la ya comprobada dependencia del equipo sobre su máximo artillero, el hispanohondureño Jona Mejía, se suma una pequeña crisis que involucra al propio delantero universitario y a varios de sus compañeros. El UCAM no termina de rematar la permanencia en Segunda pese a haber tenido dos buenas opciones de dejarla muy encarrilada. Los dos últimos duelos, ante Numancia y Lugo, dejaron el escaso botín de un punto de seis posibles en el casillero de puntos universitario. Si bien la defensa ha dejado de despedazarse como un vulgar muffin, el ataque no comulga de forma acompasada con el resto de disciplinas como debiera.

El conjunto dirigido por Francisco está atravesando un particular bache de cara a portería. Los últimos ocho encuentros han intensificado la necesidad de encontrar una alternativa a Jona, cada vez más fatigado e influenciado por la alta carga de minutos disputados. De hecho, en esas dos últimas jornadas, el '7' del UCAM era sustituido evidenciando una falta de frescura importante. El propio Jona, que ha conseguido marcar 12 goles en casi 2.500 minutos con el conjunto murciano y que no marca desde hace 350, ha dejado su casillero particular a cero en las tres últimas jornadas.

Pese a que prácticamente un tercio de los tantos del UCAM en Liga este curso han llevado la firma y sello del delantero catracho, las prestaciones de Jona van mucho más allá de esa producción goleadora: asiste, combina y se desfonda en los momentos de elevada presión sobre la salida de balón del rival.

Pero con Jona ocupando multitud de tareas, y sin estar completamente centrado en el gol, sus compañeros no han cumplido en los dos últimos meses con la exigencia de la categoría en lo que al aspecto ofensivo se refiere. Cuatro goles a favor en las últimas ocho jornadas -con un bagaje de 9 de 24 puntos posible- atestiguan el bache del UCAM en esta parcela, dejando las dos últimas sensacionas más preocupantes, tanto por la cercanía de la conclusión del campeonato, como por tratarse de rivales a priori más asequibles que los superados con mayor anterioridad, como son Girona y Tenerife.

Igualmente, se trata del primer escollo goleador que el equipo experimenta desde que Francisco se hiciese cargo de la plantilla universitaria. Asimismo, el técnico almeriense comienza a formular otras ecuaciones que despejen la incógnita de una vez por todas, más aún encontrándose a estas alturas de temporada.

En las últimas semanas, Collantes y su estilo individualista han perdido fuelle en los onces de Francisco para dar paso a jugadores más jóvenes y atrevidos, y en teoría, con más gol. No obstante, Pere Milla o el revulsivo Mayoral no han terminado de saciar esa necesidad goleadora. A su vez, el sacrificio de Nono y Vicente, especialmente en los encuentros lejos de La Condomina, seduce especialmente al técnico, al igual que vuelve a otorgar alguna oportunidad a Natalio partiendo desde el banquillo.

El UCAM, en resumidas cuentas, no puede permitirse carecer de gol después de todo lo remado hasta la fecha. Si podía ser complicado reflotar al equipo, Francisco lo ha hecho y trabaja en otras variantes para alcanzar las cotas más difíciles: en su caso, mantenerse.

Tres jugadores, sancionados

Por otro lado, ayer se confirmó que Hugo Álvarez, Tito e Ibán Salvador tendrán que cumplir un partido de sanción y no jugarán ante el Huesca.