Javier Mínguez, seleccionador español de ciclismo, señaló que el circuito del próximo Mundial de Bergen (Noruega) «no es para (Alejandro) Valverde porque no tiene un tipo de llegada» que se ajuste a las características del ciclista murciano. «Se trata de un recorrido que se va a hacer muy duro, con curva, subida, bajada... sin un tramo de llano, y con 277 kilómetros, una distancia para profesionales de verdad».

«Pero el final», aclara Mínguez, «no es el tipo de llegada que le va bien a Alejandro. La subida de Salmon Hill, 1,5 kilómetros que empiezan al 7,8% y terminan al 5,8%, está a más de diez kilómetros de meta y además engaña, porque parece dura cuando la inicias pero se va suavizando».

«Luego tienes bastante distancia hasta la llegada, con una zona junto al mar en la que va a dar el aire. Si a eso le unimos la temperatura, que dicen que estará sobre los 15 grados, pero muchos me parecen, y que es un sitio donde llueve más de 200 días al año podemos hacernos una idea de lo que nos espera», comentó Mínguez tras su visita a la ciudad noruega.

El técnico vallisoletano no cree que el Mundial se decida en un esprint masivo. «A ver quién es el que controla en la parte final. Va a haber muchos saltos, de dos, cuatro, seis corredores. Y a ver quién es el que corre con la responsabilidad de cazar a los escapados», dijo.

Respecto a la contrarreloj de 31 kilómetros, Mínguez explicó que será una prueba que «no se va a ganar en la subida, pero que se puede perder en estos kilómetros, donde si no vas bien te pueden caer ocho o diez segundos por kilómetro».

«No es una cronoescalada, un recorrido donde un escalador vaya a recuperar todo lo que ha perdido en el llano en la subida. Tampoco es para grandes rodadores, visto el perfil de curva, subida, bajada.. sino para gente que sufra y que suba bien. Tenemos que confiar en Castroviejo», valora el seleccionador profesional.