«Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo, si tienes un sueño, tienes que protegerlo, si quieres algo, ve a por ello y punto».

Estas palabras que Will Smith le dedica a su hijo en la película En busca de la felicidad bien podrían ser las que se ha aplicado con dureza Simón Ballester (El Palmar, 4 de junio de 1994) para hacer realidad un sueño que tantas noches ha acompañado al canterano, convertirse en el portero titular del Real Murcia después de más de una década en la que ha pasado por todas la categorías de la centenaria entidad.

Ya son ocho semanas seguidas las que la portería del Murcia está siendo defendida por Simón, una racha que por si fuera poco ha ido acompañada de actuaciones destacadas, sobre todo el penalti que detuvo en el Cartagonova, lo que unido a la llegada de un nuevo entrenador y a los buenos resultados, son motivos y argumentos como para que Simón se haya ganado también el derecho a soñar que podría ser el encargado de disputar un play off de ascenso que está en la palma de la mano del conjunto grana.

Sin embargo, a pesar de que Vicente Mir decidió apostar por Diego Rivas en su estreno como técnico en la derrota de San Fernando, el anterior entrenador, el murciano Paco García, y los anteriores gestores a la llegada de Raúl Moro también son responsables de la situación actual que vive el cancerbero de El Palmar. La historia comienza en verano, cuando Simón piensa que ante la falta de minutos lo mejor es buscar una salida porque, entendía el portero, que otra temporada en blanco iba a ser muy perjudicial para sus intereses. Entre muchas conversaciones, Paco García es la persona que, tal y como se demostró después, convence al canterano para que se quede prometiéndole que a lo largo del curso iba a darle una oportunidad, a pesar de que Diego Rivas arrancó la Liga como titular y con actuaciones muy destacadas en la primera vuelta también salvó los muebles en más de una ocasión.

Estando así las cosas, llega la jornada 24 y Diego Rivas es expulsado en Melilla tras una acción mal medida. Y la promesa de Paco García, aunque en ese momento ya estaba cuestionado en el banquillo, se cumplió porque Simón paso a ser el cancerbero titular hasta el último partido del técnico del Barrio del Carmen al frente del banquillo grana, que fue el empate a dos goles en Nueva Condomina ante el Recreativo de Huelva en la jornada 27.

Después de casi un año y medio sin jugar, en los primeros partidos que Paco García le brindó la titularidad fueron palpables los nervios del canterano grana, aunque el hecho de ser alguien de la casa ha sido una gran coraza que le ha permitido contar con el respaldo de los aficionados desde el primer minuto. Es un portero completamente distinto a su compañero Ribas, ya que el murciano es de los que donde más fuerte se siente es debajo de los palos, mientras que el gallego, quizás por la veteranía, pertenece al grupo de los porteros que prefiere descuidar un poco los tres postes de madera para poder ayudar a los defensas a desbaratar alguna contra rápida del adversario, incluso saliendo del área muy a menudo.

Ahora faltan dos partidos para que termine la fase regular y, aunque en sus primeros encuentros Simón no tuvo que emplearse al máximo, por ejemplo esta semana viene de realizar dos paradas decisivas en la importante victoria a domicilio en casa del Sanluqueño que deja a los murcianistas con un pie y medio metido en el play off de ascenso, a expensas de jugar contra La Roda, un rival ya descendido, y recibir en la última jornada a un Extremadura que visita una Nueva Condomina que no conoce la derrota desde el mes de diciembre. Vicente Mir, el hombre que ha reactivado a un equipo que ha comenzado a creérselo, dijo sobre el asunto de la portería que no tendría ningún problema en alternar a los dos porteros si lo creía oportuno, aunque a tenor de lo visto, Mir va a seguir confiando en un Simón que él mismo ha reconocido que cada partido que juega está más tranquilo y más confiado.