El Plásticos Romero consiguió anoche la permanencia gracias al punto conseguido en el pabellón municipal de Cartagena ante el Santiago Futsal. Pero, sobre todo, gracias al empate a cuatro goles del Pescados Rubén Burela, que es el que defitivamente desciende junto con el Bodegas Juan Gil Jumilla a Segunda División después de no conseguir superar al Levante. Final de temporada agónico, pero con el premio de seguir en la élite del fútbol sala la próxima temporada.

Por tanto, retirada por la puerta grande del capitán eterno Javi Matía, quien deja el fútbol sala de élite después de casi veinte temporadas defendiendo la camsieta del equipo cartagenero tras su llegada en 1999. En lo que se refiere al partido del Plásticos Romero, con el pabellón hasta la bandera, no fue de lo mejor que se pudo ver en la temporada. Los de Juan Carlos Guillamón, entrenador del Plásticos, se vaciaron. Pero lo hicieron con más corazón que con cabeza. Comenzaron con ventaja en el marcador, aunque al no conseguir matar el partido durante la primera mitad, tuvieron que pasar por intentar lograr una remontada que finalmente no llegó. Al final se consiguió un empate que evitó un descenso para el que se tuvo que esperar durante unos minutos en la pista hasta conocer el resultado definitivo del Burela con el Levante (4-4).

El Plásticos Romero comenzó esperando a su rival tras el saque inicial. El cuadro gallego fue el que intentó controlar la posesión del balón al máximo, pero sin acercarse a las inmediaciones de la portería de Raúl. En los primeros minutos se contabilizaron posesiones extensas en el tiempo, donde los locales buscaron con más intesidad y verticalidad la portería rival. Los lanzamientos lejanos y el factor sorpresa tras los robos de balón, fueron los argumentos del Plásticos para buscar el primer tanto. Un tanto que llegó a los nueve minutos de juego tras ejecutar Juanpi, de forma magistral, una falta al borde del área. Acto seguido, fue Dani Blanco quien pudo conseguir el 2-0 en el marcador, aunque su disparo salió desviado en el mano a mano con el portero visitante Chema Mella.

Además, tras el gol, los locales tuvieron que soportar la presión del Santiago, obligado a dar un paso más. Durante esos instantes, el cuadro cartagenero parecía contar con más facilidades para ampliar el marcador. Pero finalmente no pudo hacerlo. La tensión se sentía en los jugadores del Plasticos y los gallegos trataron de meter miedo con un pívot muy adelantado. Los de Guillamón defendían mitad de cancha, pero la intensidad fue bajando, por lo que su rival dio un paso al frente y, después de un tiempo muerto y a tres segundos para el descanso, llegó el tanto de Catela que colocó de nuevo las tablas.

Un gol que sentó como un jarro de agua fría y que fue peor en la reanudación. Catela volvió a marcar para los vistantes y con el 1-2 el equipo más vivo sobre la pista fue el Santiago Futsal. Los visitantesse anticipaban a cada jugada y presionaban mejor que un Plásticos Romero que se empezó a nublar por momentos. En el minuto 24 despertó en una nueva oportunidad de Juanpi, pero no pudo colocar las tablas y más tarde fue Elián quien mando un disparo desviado.

El equipo cartagenero consiguió reaccionar del mazazo dándole velocidad a las asociaciones de balón y fruto de ellas llegó el tanto de Asensio, que volvió loca a la grada, tras un robo a media pista (2-2). A falta de ocho minutos para el final, la intesidad sobre la pista era máxima aunque los locales contaban con las cinco faltas en contra. Por lo que eran momentos de templar los nervios y manejar las jugadas con personalidad. A cinco minutos para el final el portero Raúl tuvo que salvar el que hubiese sido el 2-3. La desfondada del equipo cartagenero fue máxima. Aunque finalmente no sirvió para que llegase el gol que pudo haber evitado la espera agónica para conocer el resultado del Burela.