Molina de Segura, Cehegín, Badajoz y Fuengirola. Poco o nada tienen que ver estas cuatro localidades españolas si no se engloban bajo un mismo cielo reinante en la capital de la Región de Murcia. Cuatro jugadores, uno de cada punto citado, se han encargado junto a multitud de compañeros de recolocar a Murcia, y al equipo de la Universidad Católica, en el mapa futbolístico profesional español.

Un sueño cumplido por y para Sergio Blázquez ´Tekio´, Ángel Robles, David González Plata ´Nono´ y Juan Francisco Góngora. Sin duda, cuatro pilares sobre los que sustentar un club, un equipo, y lo más importante de todo, un proyecto. Los cuatro han entrado en el círculo selecto de una entidad joven, la agrupación más exquisita e importante de jugadores que han vestido la elástica del UCAM Murcia: un centenar de partidos, en sus casos más, defendiendo los colores universitarios.

Los cuatro han compartido vestuario, momentos apasionantes y agridulces en sus carreras, durante dos temporadas. Tekio, un lateral derecho que había probado las mieles de pertenecer a un equipo importante del país como es el Real Valladolid; y Ángel Robles, curtido en la cantera de una entidad galáctica como es el Real Madrid; fundaron este club de centenarios en la temporada 2012-2013 en Segunda B, con el UCAM estrenando plaza en la categoría de bronce.

Esa temporada desembocó en un descenso a Tercera traumático y que, sin duda, se convirtió en uno de los momentos futbolísticos más duros para ambos. Fue entonces cuando aunaron fuerzas con viejos conocidos del fútbol regional, como Piojo, Carrasco o Manolo. El UCAM volvía a Segunda B por la vía rápida, sin concesiones, en una temporada en la que nadie le tosió.

De vuelta en Segunda B, solo cinco jugadores se mantuvieron en la plantilla, entre los que estaban Tekio y Robles. Quince caras nuevas llegaron esa temporada 2014-2015, entre las que se encontraban un lateral izquierdo con un guante por pie, Góngora, procedente de la Cultural y Deportiva Leonesa; y un menudo extremo desde el Almería B cuyo intención era, desde el primer minuto, dejarse el alma corriendo sobre el césped: Nono.

No obstante, entre esas recientes adquisiciones también se encontraron otros futbolistas que dispusieron su calidad y sacrificio al servicio del club y que, a día de hoy, y sin ser centenarios con el UCAM, prosiguen en su humilde tarea: el central Fran Pérez y el guardameta Miguel Escalona.

Lo que prosiguió después es mucho más conocido por todos. Los cuatro privilegiados de este club centenario concuerdan en que la eliminación en la segunda ronda del play off de ascenso ante el Bilbao Athletic fue uno de los momentos más injustos y desgraciados en su paso por el UCAM. Aunque nadie esperaba a los universitarios en esa fiesta, ya que para el recién ascendido lo primordial siempre es la permanencia, el conjunto murciano se olvidó de tópicos y formó un equipo envidiable con hambre de ascenso. De ahí que pese al fracaso, nuestros cuatro protagonistas solo contemplasen un fin posible para esa historia: ascender a Segunda el año siguiente.

Y así fue. Recordando la victoria en Nueva Condomina como el detonante clave para asaltar el liderato y llegar como un tiro al play off frente al Real Madrid Castilla, la regularidad y el rigor mostrado por el vestuario del UCAM durante toda la temporada fue sencillamente encomiable. Pero yendo más allá, superar al Real Murcia en su propio feudo con tanto en juego fue primordial para ellos. Para Góngora, «un triunfazo, el momento más feliz desde que estoy en el UCAM»; en boca de Nono, «la gran oportunidad»; para Tekio, «un chute de moral»; y escuchando al capitán, Ángel Robles, incluso algo mucho más grande: «Después del partido quedó claro que hay tres equipos en la Región, no solo Cartagena y Real Murcia. Había que contar con el UCAM en ese momento, y ahora también».

El UCAM les ha dado la posibilidad a tres de los cuatro integrantes de disfrutar de la Segunda División, del fútbol profesional. Robles, capitán durante esas temporadas y actualmente en el Jumilla FC, confiesa de hecho que su sueño «no se podrá cumplir: jugar en Segunda aquí, en el UCAM». No obstante, tanto él como sus tres compañeros coinciden en el transcurrir de la historia: «Vine a un club con un proyecto interesante, pero con el tiempo el UCAM me lo ha dado todo». Se sienten orgullosos de haberlo dado todo por una camiseta para ellos centenaria.

Sin embargo, al igual que sucedió al propio Robles, otros tantos que ellos recordaron también forman parte de esta pequeña pero intensa historia: Antonio Bello, Titi, César Remón, Chavero, Checa, Manolo, otros muchos desde Tercera División€

Cuatro han sido los futbolistas que han conseguido el bello rédito de haber disputado más de cien partidos con la camiseta del UCAM Murcia: Tekio, en 115 encuentros; Robles, en 108 ocasiones; Nono, en 110; y Góngora, el último en entrar en este selecto club, con un total de 101 comparecencias.

Al fin y al cabo, números que quedarán en un apartado solemne de una entidad tan particular. No obstante, probablemente será la alegría de Nono, el compromiso de Tekio, la lealtad de Robles y la ambición de Góngora lo que no permita olvidar, a los que como ellos, pertenecieron, pertenecen, y pertenecerán a la familia del UCAM. Y como no podía ser de otro modo, ellos también han dejado su particular huella en la pasión por la que todo lo han dado: su amor por el fútbol.