Javi Matía vivió ayer una jornada cargada de emociones. Dos días antes de su retirada, que se producirá mañana en el Pabellón Central (21.00 horas) en el encuentro donde el Plásticos Romero se jugará frente al Santiago la permanencia en Primera División, el jugador de 43 años de edad recibió un homenaje por la mañana en el Ayuntamiento, con presencia del alcalde, José López, y por la noche vivió un momento muy emotivo con el reconocimiento que le tributaron los peñistas del club y los propios jugadores de la plantilla. Muchas lágrimas derramó el emocionado futbolista, que estuvo acompañado en todo momento por su hija, y que acabó manteado por los componentes de un equipo que quieren cerrar mañana el curso con un triunfo y la salvación.

El alcalde, asimismo, anunció ayer la decisión de dar el nombre a la pista del Palacio de Deportes local, construido pero no inaugurado todavía, de Javi Matía.

«Ha llegado el momento de decir adiós y espero que sea dejando al equipo en Primera, que es el objetivo del club, de la afición y de la ciudad y lo que nos merecemos», dijo en su despedida, en la que admitió que «estoy muy bien por fuera, pero hecho polvo por dentro».

«Para mí, Cartagena siempre lo será todo y me siento un cartagenero más. Quiero dar las gracias a todos los que han estado ahí y han vestido esta camiseta y también a los patrocinadores del club durante todos estos años», declaró el santanderino, quien también quiso dejar claro se ha tenido que ganar lo que ha recibido a pulso: «Nadie me ha regalado nada», terminó diciendo.