El UCAM CB Murcia vuelve mirar hacia el frente. Ya se puede olvidar de echarle un ojo al retrovisor y del lastre que arrastraba en los últimos eses tras una primera vuelta irregular en la liga ACB. El conjunto universitario certificó de forma casi matemática su permanencia en la Liga Endesa el pasado domingo con el triunfo ante el Obradorio y ahora, en los últimos cuatro partidos del curso, tratará de ponerle la guinda a un pastel que ni los más optimistas pensaban que iba a ser tan dulce.

Y es que la receta de Fotis Katsikaris ha vuelto a funcionar. El regreso del entrenador del UCAM al banquillo del Palacio, a mediados de enero, ha sido clave para el cambio de rumbo en la clasificación que la plantilla murciana viene anunciando desde hace unas semanas. Una situación de la que el preparador heleno ya había salido por la puerta grande en sus anteriores etapas en la Liga Endesa -al cargo del Valencia y el Bilbao- y que ha vuelto a solventar con nota también en la capital del Segura.

La victoria ante el Obradoiro con la extraordinaria actuación de Billy Baron, quien se convirtió en el cuarto jugador que en los últimos cinco años han finalizado un partido en el campeonato con tantos triples sin fallar (6) junto a Nocioni (6), Hezonja (8) y Darío Brizuela (6), confirmó que el conjunto murciano peleará prácticamente hasta el final del curso por ganarse un lugar muy cómodo en la media tabla. Y que la pizarra del técnico griego, otra vez, ha convertido a un equipo que marchaba a la deriva en uno de los más constantes de la Liga ACB.

«He vivido esta situación tanto en Bilbao como en Valencia de un grupo mermado por los malos resultados y anímicamente, porque las dos cosas van juntas. Lo primero que tenemos que hacer es resetar y conseguir una tranquilidad con este cambio pensando que la liga empieza hoy mismo», dijo Katsikaris en el día de su regreso hace unos meses. Y es que si hubiese comenzado ese día, el UCAM presentaría un balance de siete victorias y cuatro derrotas que le colocaría mucho más arriba desde volvió a tomar las riendas del banquillo tras el despido de Quintana.

Los números del equipo murciano, con cinco triunfos en los últimos seis partidos, son muy similares a los que el técnico de Korydallos firmó en su primera temporada con el Bilbao Basket. Katsikaris llegó a Miribilla en el enero de 2010 con un equipo inmerso en su segunda experiencia en la Eurocup y sin un rumbo claro en el campeonato doméstico con cinco victorias y 13 derrotas que le hacían ocupar una de las posiciones de descenso. Apenas unos meses más tarde el conjunto vasco peleó hasta el tramo final del curso por obtener un billete para el play off por el título, aunque finalmente acabó logrando la novena plaza con balance de 16 triunfos y 18 derrotas.

Unos números que bien se podrían asemejar bastante a los que el UCAM pondría el punto y final a esta temporada. Aunque, Katiskaris no quiere echar las campanas al vuelo o hacer cuentas que luego se conviertan en borrones. «No quiero hablar de la clasificación porque es una liga exigente y de una semana a otra esto puede cambiar radicalmente. Tenemos que seguir trabajando mirando hacia arriba e intentar cada partido al rival que tengamos delante», dijo tras el triunfo ante el Obradoiro en Santiago.

Lo cierto es que al técnico griego le han vuelto a sobrar días en el calendario para conseguir el objetivo primordial en situaciones límite con jugadores mermados anímicamente por los malos resultados o plantillas que se han visto resentidas por la marcha de alguna referencia importante como fue la de Vítor Faverani en el propio UCAM.