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La llegada de Óscar Rico el pasado verano a las filas del FC Cartagena auguraba una temporada repleta de buenos centros y muchas asistencias de gol a los delanteros Arturo y Fernando. Los aficionados recordaban su anterior paso por el conjunto albinegro con mucho agrado porque el jugador ilicitano fue uno de los grandes protagonistas en su anterior etapa albinegra, cuando Florian se convertía en uno de los goleadores de la categoría que llevó al equipo a jugar la fase de ascenso. Rico fue su gran asistente y demostró tener un guante en la pierna izquierda.

Sin embargo, Rico va a terminar la temporada jugando en el Mérida porque su primera vuelta en el club cartagenerista no convenció a nadie, ni al entrenador ni a los dirigentes albinegros.

Tanto es así que durante esta primera vuelta, el preparador no le dio demasiada continuidad y prefería meter en esa posición a un futbolista como Cristo Martín, un jugador que goza de mucha más libertad de movimiento y que dejaba siempre en manos del lateral izquierdo, Jesús Álvaro, toda la banda, ya que solía meterse más hacia el interior.

De esta forma, Sergio García ocupaba la banda derecha y Cristo Martín la izquierda. Eso de ´ocupar´ es simplemente una teoría, porque, como ya comentábamos, Martín no es un jugador que le guste pisar la raya de la banda ni además destaca por su velocidad, sino por su capacidad para asociarse en la zona caliente del campo, donde puede triangular y disparar al borde del área.

Monteagudo analizó la situación y finalmente habló con sus jefes para tratar de apuntalar una banda que se estaba convirtiendo en una de sus principales preocupaciones.

El presidente de la entidad, Paco Belmonte, decidió, por tanto, buscar en el mercado de invierno otras alternativas a las de Óscar Rico, con jugadores más dotados técnicamente, capaces de ensanchar más el campo y con llegada y mucho desborde.

Así llegaron dos jugadores diametralmente opuestos a él, Artiles e Isi Ros. Con ellos parecía que el Cartagena podía cumplir en parte las exigencias de su sistema, ya que tanto el canario como el murciano son jugadores que se ajustan perfectamente al perfil antes citado.

No tardó mucho en darles protagonismo a uno y a otro Monteagudo en la segunda vuelta de la competición. Si bien Isi Ros es diestro y jugaba más caído a la otra banda, también intercambió su posición con Cristo para jugar a pierna cambiada. El paso de Ros fue fugaz porque en el momento en el que Artiles encontró su mejor momento de forma, el preparador lo asoció con Jesús Álvaro en esa parcela. Titular contra el Lorca, Melilla, Granada B, San Fernando, Real Murcia y Marbella, el canario ha regresado al banco y no ha intervenido en los tres últimos encuentros.

Ahora vuelven a cambiar las posiciones y el preparador decide que los carriles los ocupen Sergio García por la derecha y Cristo Martín por la izquierda. Cristo vuelve a ser otra vez un falso carrilero y el recurso del que tira otra vez Monteagudo en su búsqueda de soluciones para ambas bandas.

En este último compromiso de liga, frente al Extremadura, el Cartagena jugó sin futbolistas de ese perfil: Artiles, Isi Ros y Sergio García se quedaron en el banquillo a la espera de su momento en la segunda parte. El entrenador apostó por jugadores que combinan por dentro y la jugada no le salió todo lo bien que él podía esperar, ya que al equipo le faltó llegada ante una defensa muy bien protegida por dentro, que impedía una y otra vez el fútbol interior o los desplazamientos en largo.

El Cartagena sigue dándole vueltas y busca cómo o dónde encontrar dentro de su plantilla aquella fórmula para aprovechar los recursos que le facilitan futbolistas rápidos y con desborde para hacer gol.