Ángel Martínez Martínez preside la Federación de Bolos Huertanos de la Región de Murcia desde 2016, un deporte autóctono al que trata de dar un impulso para que vuelva a ser reconocido socialmente.

¿Qué le movió a dar el paso para ser presidente de la Federación?

Entré en la Federación hace cinco años casi de rebote. Yo quería ser miembro de la asamblea para decidir y opinar, pero cuando ya estaba dentro, el presidente me pidió que estuviese como vicepresidente para ayudarle en la gestión. Pero con el paso del tiempo, no me tocó hacer de vicepresidente, sino prácticamente todos los cargos. Asumí la responsabilidad que me había tocado pero que no había buscado, lo hice lo mejor que pude, y cuando se convocaron las elecciones en 2016, al no haber ningún candidato para la presidencia, la asamblea me pidió que fuese yo y no tuve mas remedio que decir sí.

¿De dónde viene su vinculación con los bolos?

Empecé a jugar con 12 o 13 años. Después estuve cuatro o cino años sin jugar, pero volví y lo que no había hecho de joven, que fue estar federado, lo hice. En ningún momento se me pasó por la cabeza ser presidente de la Federación, vino así, por azares de la vida.

¿Cualquier tiempo pasado fue mejor para los bolos?

Sí, los bolos tuvieron su esplendor en los años 60, 70 y 80, pero el fútbol empezó a comer terreno a todos los deportes, y lo que le ha puesto la puntilla han sido las nuevas tecnologías y el abandono por parte de las personas que han dirigido la Federación, que no han sabido mimar este deporte autóctono tan nuestro. Y lo que es una pena es que no tengamos mejores instalaciones y que el 80% de la gente de Murcia no conozca los bolos huertanos, algo que no ocurre en otras regiones con sus deportes autóctonos. Nos hemos preocupado más de que los bolos sean un servicio para nosotros que en dar un servicio a los bolos.

¿Se ha quedado para un grupo reducido de gente?

Sí, así ha sido. Otro punto importante es que los bolos antes estaban muy arraigados a las peñas huertanas y había una liga de peñas, pero eso se perdió, entre otras cosas, porque a quien dirigía antes las Peñas Huertanas no le gustaban los bolos. Eso también ha provocado una desvinculación de una parte importante de la sociedad murciana, pero vamos a hablar con la nueva directiva para tratar de recuperar esa tradición. La peña de Zeneta tiene su equipo de bolos y es por ahí por mndonde debe venir el resurgir, aunque sabemos que no llegaremos a las cotas de antaño, pero sí a que haya unas competiciones dignas y también una sede de la Federación digna, que ahora mismo la que tenemos está en el siglo XIX. Estamos haciendo todo lo que podemos porque si no arrancamos desde abajo, los bolos tienen los días contados.

Es que los murcianos no cuidamos lo nuestro.

Así es, siempre creemos que lo que viene de fuera es mejor y así nos va. Quien no conoce los bolos no sabe el punto de implicación que supone para la persona que lo juega. No conozco a nadie que lo practique que no esté enamorado de este juego. No solo es un deporte de habilidad y fuerza, se conjugan muchas cosas, como la inteligencia y tener un punto de mala leche. A los jóvenes les gusta mucho, pero si no hay donde jugar...

¿Qué están haciendo para atraer a gente joven?

Hace falta una escuela de bolos y este año estamos haciendo por primera vez en once colegios dando formación a los profesores con el beneplácito de la Comunidad Autónoma y el apoyo de la concejalía de Deportes del Ayuntamiento. No podemos enseñar a los niños si quienes los educan no conocen los bolos. Ahora se les va a dar a todos un kit con un juego de bolos. La idea es que estos once profesores enseñen a los niños a jugar y este mismo año se hagan unas jornadas de partidos entre centros. Con esto queremos conseguir que en dos o tres años se incluyan los bolos huertanos en el programa de Deporte en Edad Escolar. Sería importante también que las peñas, que en cada pueblo hay una, tuvieran un campo de bolos.

Ha introducido varias novedades en el campeonato. ¿Cuesta romper con las tradiciones?

No es que cueste trabajo, cuesta trabajo que alguien diga voy a intentarlo, que es lo que hasta ahora no pasaba. La gente de los bolos es mayor, pero también hay jóvenes, y cuando salí de presidente, lo primero que hice fue preguntar a la gente si quería seguir con el sistema de competición anterior. La respuesta fue que se cambiara el modelo. Tú no le puedes decir a un chaval de 20 años que tiene que jugar los sábados por la tarde y los domingos por la mañana, pero es que tampoco es lógico para los mayores, que tienen hijos con los que estar los fines de semana. Había jugadores con muy buen nivel que no se inscribían porque no querían ataduras los sábados y los domingos.

La próxima semana se juega el Trofeo Fiestas de Primavera en un campo que han hecho en el Malecón. ¿Cuándo tendrán allí uno fijo?

Quiero creer que va a ser una realidad pronto y Felipe Coello, concejal de Deportes, ha hablado varias veces con el resto de las concejalías implicadas para que se cree ya. Esta semana hemos tenido que hacer el campo con cañizo, como los dos año anteriores, pero si se construye uno definitivo, el partido de las selecciones del 1 de mayo se jugará allí. Además, el torneo de las fiestas ha tenido una gran aceptación de público en los últimos años, los partidos se llenan y nos gustaría que el alcalde o el concejal fueran a entregar los premios, porque eso da realce al trofeo. El martes, día del Bando de la Huerta, realizaremos la exhibición con jugadores vestidos de huertanos.