Después de varias semanas, el Cartagena volvió a obtener una victoria al doblegar al Real Jaén con un solitario tanto a balón parado de Zabaco. No fue el mejor encuentro de los albinegros, especialmente en una primera parte bastante aburrida. De nuevo el resultado pudo ser más amplio, pero aunque los de Monteagudo no sentencieron el choque, los jienenses apenas pusieron en aprietos a Marcos, que fue titular por segundo encuentro consecutivo.

El inicio del encuentro fue soporífero. En los primeros vienticinco minutos no pasó prácticamente nada en el Cartagonova, excepto un intento de gol olímpico por parte de Santi Villa que solventó de puños Marcos. Mediado el primer tiempo, el Cartagena despertó de su siesta. El asistente anuló un gol a Míchel Zabaco por fuera de juego en una falta colgada al área que había sido rematada en primer término por Germán. En otra jugada a balón parado, esta vez en un córner, Ceballos cabeceó rozando la madera.

Al filo del descanso, en una jugada que parecía totalmente intrascendente, Mario arrolló a Óscar Ramírez en el costado izquierdo. La falta la centró Quique Rivero para que Zabaco empujara con la testa la pelota al fondo de la portería. Es el primer tanto del central burgalés desde que llegó a la ciudad portuaria.

En la segunda mitad, una salida calamitosa de Marcos estuvo a punto de costarle el gol si Fede no hubiera disparado fuera cuando no había nadie bajo los palos. Tras ese susto, llegaron los mejores minutos para los locales. Sergio García tuvo una oportunidad clarísima cuando cazó un balón suelto en el área pero tiró muy centrado en lugar de asistir a Isi, que estaba solo. Justo después, Llorente cabeceó cruzado un saque de esquina y la pelota se marchó pegada al palo.

Monteagudo dio entrada a Arturo, que se llevó la ovación de todo el estadio. Nada más saltar al campo, dispuso de una ocasión que detuvo el portero Felipe Ramos. Ya con el Jaén volcado en ataque, el Cartagena hacía mucho daño al contragolpe, pero no era capaz de sentenciar. En una de esas, Quique Rivero se quedó solo ante Felipe, pero el meta paró de nuevo. El conjunto andaluz solo se acercó en jugadas a balón parado, en las que se palpaba la tensión en el estadio.