­Tras la agresión efectuada por parte de Biel Ribas, portero del UCAM Murcia, sobre el central del Mirandés Álex Quintanilla, tanto las redes sociales como los medios de comunicación de índole nacional otorgaban un pequeño espacio para hablar del partido de Segunda División que enfrentó a ambos conjuntos en Anduva. En la mayoría de los casos ni se mencionó el marcador final, incluso ni se nombraba a los dos protagonistas de la acción: se mostraban unas imágenes que ensuciaban la jornada en el fútbol profesional y en el que el meta del UCAM Murcia ha sido señalado, de hecho su reacción ha sido calificada por los medios nacionales de ´durísima´, ´brutal´ o ´gravísima´. Titulares que han ensombrecido las buenas paradas que en diversos momentos de la temporada ha efectuado el guardameta del conjunto universitario.

El siguiente capítulo de la historia llegó en el día de ayer, cuando fuentes del Mirandés explicaron que denunciarán la agresión de Biel Ribas al Comité de Competición con el objetivo de que el Juez Único castigue al futbolista universitario después de que el colegiado no incluyese el puñetazo en el acta. El club burgalés quiere que «la actitud violenta» del balear no quede sin sanción, y es que defienden que incluso se puso en riesgo la «integridad» de Quintanilla, al que, pasados dos días, el jugador del UCAM sigue sin pedir disculpas ni públicas ni privadas.

El cancerbero balear de 31 años no ha efectuado ningún tipo de declaración pública o a través de su perfil de Twitter para, al menos, pedir perdón a Quintanilla por una agresión que llegó en el último minuto del choque frente al Mirandés y que el colegiado ni sus asistentes captaron. Unas redes sociales que, en casos anteriores, sí ha utilizado Biel Ribas para, por ejemplo, hablar duramente de los árbitros: «¿Árbitros a la nevera? Yo los metía en otro sitio, donde te sacan con los pies por delante, o en un jarrón».

Pero el futbolista no es el único que se ha manifestado sobre lo ocurrido en Anduva. Su club, el UCAM Murcia, también ha seguido el mismo camino, limitándose a mantener la normalidad, como si nada reseñable hubiera sucedido durante el choque frente al Mirandés. Desde la entidad argumentan de forma privada que están estudiando si adjudican al jugador algún tipo de castigo o sanción reglamentada bajo el código interno del equipo.

En ese caso, y pese a que aún se desconoce si finalmente será aplicado dicho castigo a Biel Ribas, el UCAM sí ha manifestado que se trataría de un problema íntimamente personal del club, y que se trataría de puertas para adentro. Todo esto, a expensas de lo que pueda dictaminar Competición, que ahora tendrá que estudiar la denuncia interpuesta por el Mirandés, al no ser recogidos los hechos en el acta del encuentro. De establecerse una sanción, al meta balear le podrían caer entre 4 y 12 partidos.

El silencio de los responsables del UCAM Murcia contrasta con la actuación de los universitarios el pasado mes de mayo, cuando hicieron público su desencanto con algunas actuaciones arbitrales, e incluso elaboraron un vídeo con jugadas polémicas, tal y como sucedió tras el partido de ida de la eliminatoria de ascenso a Segunda celebrada en mayo frente al Real Madrid Castilla. Un montaje audiovisual hecho para defender, precisamente, a sus jugadores de las críticas vertidas sobre la plantilla por el juego excesivamente duro empleado durante tal encuentro.

Al ser señalados a nivel nacional por el juego duro que el equipo entonces dirigido por Salmerón había utilizado ante los madridistas en La Condomina, los universitarios crearon su propio vídeo para denunciar que sus jugadores también habían recibido entradas duras.

El balear protagonizó otra acción parecida en el Numancia en 2013

Biel Ribas, que el sábado daba un puñetazo en todo el rostro de Quintanilla, del Mirandés, es reincidente. Y es que en agosto de 2013, el portero, que entonces militaba en el Numancia, fue acusado agredir a un jugador de La Granja cuando ambos equipos ya estaban en vestuarios tras un encuentro de la Copa de Castilla y León. Según relataba en su día el Diario de Soria, el balear propinó un puñetazo a Diego de Miguel. «Fue un gesto de tortazo pero creo que me dio con el puño cerrado», explicaba. La acción no acabó en denuncia por la mediación del director deportivo del Numancia, que se comprometió a pagar los gastos médicos al futbolista agredido.