El Coloso de Rodas, una de las siete maravillas del mundo antiguo, fue un gigante de bronce construido (en el año 292 a. c.) en honor al dios Helio tras impedir una invasión en la isla griega. La estatua permitió a los barcos localizar el puerto hasta que un terremoto acabó con ella. Pero ayer, en el Palacio, Giorgi Shermadini se encontró con un UCAM CB Murcia que recogió cada uno de los trozos para convertirse en un gigante que provocó que el pívot del Morabanc Andorra se marchara al descanso sin poder anotar un solo punto.

El plan defensivo de Fotis Katsikarsis, entrenador universitario, salió a la perfección y hasta su propio rival, el técnico del Andorra Joan Peñarroya, lo reconoció al término del partido. Marcos Delía fue la cabeza visible del entramado defensivo hacia el interior georgiano en el que Facu Campazzo, con su alma de coloso al que no le importa los centímetros que le saquen sus rivales, fue clave a la hora de realizar el dos contra uno sobre uno de los jugadores más destacados de la ACB.

No obstante, la intensidad atrás y la eficacia en ataque fue global en el juego del cuadro murciano. Kevin Tumba, Antelo y Radovic también cumplieron en las dos pinturas y jugadores como Pocius o Sadiel Rojas, quienes quizá no terminaron con grandes números, también fueron importantes en el desarrollo del partido y a la hora de superar claramente en el rebote a uno de los equipos revelación de esta temporada en la Liga Endesa.

En esta faceta destacó Antelo, con nueve balones capturados, y fue un factor muy determinante al término del encuentro. Con este guión de partido, Fotis Katsikaris pudo ´guardar´ en el banquillo al recién llegado Daniel Clark. El pívot británico, reciente fichaje esta semana del UCAM tras los problemas de rodilla de Julen Olaizola, sumó cinco minutos en su estreno en el Palacio ante su exequipo, aunque tan solo fue una primera toma de contacto para que según vayan avanzando las jornadas tome más protagonismo en el juego interior.

Y es que el inicio de partido del UCAM no pudo ser mejor. Los universitarios saltaron a la pista muy concentrados y pronto sacaron el rodillo que hizo empequeñecer tanto a Shermadini como al base Andrew Albicy, las dos principales armas del Morabanc Andorra este curso. La cara de Peñarroya en el primer tiempo muerto, en el que la afición murciana ya ovacionó a su equipo al contar con diez puntos de ventaja (12-2), lo decía todo. El arranque del UCAM, sabiendo perfectamente lo que tenía que hacer en cada momento, sentenció prácticamente el partido que terminó adjudicándose para tomar más aire en la zona de la tabla y que le permite situarse a dos victorias por encima de los puestos peligrosos. Un triple de Campazzo llevó el marcador hasta el 19-2, aunque los visitantes lograron maquillar el primer cuarto con un ´2+1´ de Burjanadze y las canastas de Czerapowicz y Stevic. Sin embargo, la intensidad de los universitarios no se resintió con las rotaciones y el UCAM finalizó los primeros diez minutos con catorce puntos de ventaja y un tapón de Kevin Tumba que volvió a arrancar los aplausos de la grada tras una canasta de Radovic (24-10).

En el segundo cuarto la plantilla murciana no levantó el pie del acelerador. El muro levantado atrás se le volvió a atragantar al Andorra y Martynas Pocius abrió este periodo con un triple al que siguió otro de Antelo (34-14). Los de Katsikaris llegaron a gozar de una ventaja de 26 puntos después de otro buen parcial de los locales en el que Marcos Delía recogió varios palmeos para anotar por dentro y terminar por quitarle lo que le quedaba de moral al cuadro visitante con otros dos triples de Baron y Campazzo (40-14).

Sin embargo, el equipo de Peñarroya logró volver a dar señales de vida desde el juego exterior. Cierto es que la suerte tampoco estuvo ayer de su lado, ya que las canastas del Palacio escupieron varios lanzamientos del Andorra que parecían que iban a terminar entrando ante la férrea defensa del UCAM. Los triples de David Navarro y de Czerapowicz, bien cerrado por Chumi Ortega quien entró en la pista antes del descanso junto a Daniel Clark, volvieron a rebajar el marcador pero la distancia todavía era muy lejana (44-24).

El Andorra intentó meterse de nuevo en el partido tras el paso por los vestuarios. Un parcial de 0-4 encendió de nuevo las alertas en los jugadores del UCAM y volvió a pelear por cada rebote y cada posesión como si no importase el marcador. La conexión argentina entra Campazzo y Delía volvió a dar sus frutos en ataque (48-29) en un partido redondo para el pívot universitario. Sin embargo, a partir de ahí, las defensas y las imprecisiones se impusieron a los ataques pero eso no fue impedimento para que los de Katsikaris continuaran desplegando su nivel. Con las rotaciones se llegó al desenlace del encuentro en el que la sensaciones por parte de la grada era de que la victoria no se iba a escapar del Palacio (57-41).

El último cuarto arrancó con un ´touchdown´ de Benite después de un saque en largo directo al campo contrario de Pocius desde la línea de fondo. El Morabanc Andorra subió la presión, pero el UCAM salió airoso en cada saque. Tumba, después de varios intentos fallidos, logró hundir el balón en el aro y a seis minutos para el final el ambiente se relajó en el Palacio (64-43). En la pista la temperatura siguió contando con unos cuantos grados más y sin hacer casi ruido Shermadini se marchó finalmente con 12 puntos, que de poco sirvieron. El UCAM no perdonó ni una sola posesión y terminó logrando una victoria que le aporta más confianza para el exigente calendario que le queda por delante.