Vicente Mir llega con prisa. Es consciente de que once jornadas no son nada. Y que el reto por delante no es sencillo: conseguir en tres meses lo que no se ha hecho en seis. Posiblemente por eso, el valenciano se 'ventiló' el marrón de su presentación como nuevo entrenador del Real Murcia en apenas un cuarto de hora. Él no aterriza a Nueva Condomina para hablar, sino para hacer realidad el sueño del ascenso, debió pensar.

Dicen los que le han visto trabajar, que el ex del Hércules afronta cada entrenamiento con mano de hierro, pidiendo la intensidad y la exigencia máxima. Y en su primer día de grana dejó claro que no apuesta a medias. «Si no confiara en que vamos a llegar al play off y pelear por el ascenso, no hubiera venido». La situación en la clasificación, con el Murcia a tres puntos del play off, «no es mala», señalaba Mir, aunque también reconoció que hay «muchos equipos implicados».

Consciente que se la juega al 'todo o nada', Mir no pestañeó ni un segundo al afirmar ante los medios que «nos vamos a plantear conseguir once victorias -las correspondientes a las jornadas que restan para que concluya la liga regular- y otras seis -en referencia a las eliminatorias de play off-.

Y para conseguirlo cuenta con una plantilla «con mucho potencial». A diferencia de su antecesor, que pocas veces tuvo un elogio para los futbolistas que le han acompañado en el trayecto, Mir no dudó en tirar florse una y otra vez a sus nuevos guerreros. «La plantilla ha mejorado muchísimo en enero», indicaba, satisfaciendo a su 'jefe', Deseado Flores; para añadir a continuación que «estoy convencido de que con trabajo podemos conseguirlo». «Con futbolistas buenos es más fácil alcanzar los objetivos, y aquí tengo a esos jugadores», continuaba durante su presentación.

Sin embargo, nadie puede descuidarse en el vestuario grana, porque su nuevo técnico llega para «sacar el máximo rendimiento al futbolista y por lo tanto me gustan los entrenamientos con mucha intensidad. Si tengo que decirle a un futbolista que es bueno, se lo digo, y si le tengo que explicarle que está haciendo mal las cosas, pues igual se lo digo». «Soy un tío verdadero y que siempre va de frente», añadía.

Aunque llevaba apenas unas horas en Murcia, su estreno se produjo a las cuatro y media de la tarde cuando saltó al césped de Cobatillas para afrontar su primer entrenamiento, y habrá que esperar al domingo para ver cuáles son sus primeras decisiones como técnico murcianista, ayer dio unas pocas pistas sobre las prioridades que aparecen en su libreta. Sin hablar de modelo, una palabra que fue protagonista en la presentación de su antecesor, Paco García, Mir señalaba que «me gusta jugar», hablando sobre todo de un equipo que «tenga la posesión del balón y que lleve la iniciativa». Eso sí, cuando no se pueda hacer, «tocará presionar y buscar segundas jugadas» .

Para el valenciano esta situación no difiere mucho de la que afrontó hace un año en el Hércules, cuando cogió al equipo alicantino a mediados de enero y le clasificó para el play off. La única diferencia, según indicaba, es que «allí tenía más margen». Aquí solo tendrá once jornadas para conseguirlo. Por ello no tiene tiempo que perder. La ventaja es que, según afirmaba, «conozco a los jugadores». «Esta temporada he visto al Real Murcia en dos ocasiones y sus futbolistas son conocidos para mí. En muchos momentos he intentado fichar a alguno de ellos».

Junto a Vicente Mir estará un conocedor de la entidad murcianista. Y es que Óscar Sánchez ha sido elegido por los responsables del club grana para hacer las funciones de segundo entrenador, puesto que ya asumió con José Manuel Aira en el banquillo y del que quedó relegado por Paco García, que no quería al murciano en su equipo. Aunque el exfutbolista no conoce ni ha seguido a la plantilla esta campaña al estar implicado en su trabajo con la cantera, Óscar Sánchez intentará colaborar al máximo para que Mir se haga con el control de una nave que en junio tiene que aterrizar en Segunda División.