El Plásticos Romero Cartagena se reencontró con la victoria en la noche de ayer ante un Gran Canaria que se puso por delantero en el marcador en los primeros cinco minutos. Pero cuando la escuadra cartagenera encajó el segundo tanto, lle´go el punto de inflexión con una reacción tan sumamente efectiva que acabó remontado antes del descanso. En la segunda mitad, los locales se limitaron a controlar las intentonas visitantes, aprovechando muy bien sus ocasiones para confirmar una nueva victoria importante ante un rival directo que le deja a un paso de conseguir la permanencia en Primera División.

El Plásticos Romero comenzó regalando a los dos minutos el primer tanto tras una falta de entendimiento entre Rahali y Enrique, que aprovechó Bingyoba para batir por bajo a Raúl Jerez. El tanto venía a confirmar que los locales entraron en el choque descentrados, ya que el Gran Canaria ya había chutado a puerta en cuatro ocasiones antes del tanto. Los locales no arrancaban con el quinteto inicial en pista. De hecho, otro regalo defensivo, en el que Asensio perdió el esférico en la última línea, hizo presagiar un fiasco en el Pabellón Central al subir al marcador el 0-2 en solo cinco minutos. Con el partido cuesta arriba, Guillamón reaccionó rápidamente metiendo en pista a Juanpi, Jesús, Adeirton y Elián. Con estos efectivos, el ataque cartagenerista comenzó a relucir con numerosos tiros lejanos de Juanpi y Jesús, que en algunas ocasiones hacían lucirse al meta Rolando. El Gran Canaria ya no estaba a sus anchas sobre la cancha, pero a los de la camiseta marítima aún les costaba hacer gol, que no llegó hasta el minuto 11 tras una jugada muy bien trenzada por los locales que finalizó con un disparo a la escuadra de Enrique.

El 1-2 le daba alas al Plásticos Romero, que dio un vuelco al choque. Pasado el ecuador del primer tiempo, el Gran Canaria ya no insistía en la presión ofensiva y se limitaba a resguardar su defensa para buscar oportunidades en el contragolpe. A su vez, los locales montaban una línea a media cancha que anulaba a los amarillos, aunque costaba mucho trabajo sumar oportunidades claras de gol por parte local. El buen trabajo en pista se vio recompensado con el espectacular disparo a media vuelta de Elián, que fue todo un golazo que puso a la grada del pabellón en pie. El 2-2 llegó cuando tan solo faltaban 3 minutos para el descanso y tras el tiempo muerto pedido por técnico visitante, Suso Méndez, el Gran Canaria trató de reaccionar insistiendo más en ataque. En estos últimos instantes ambas escuadras se estiraron con la suerte del que llegó el tercer tanto cartagenerista en un tiro lejado de Jesús. De esta forma, y ante un tiempo muerto previo de Guillamón, concluyó una primera parte en la que el Plásticos Romero reaccionó después de un inicio muy sombrío.

El equipo de Las Palmas volvió saltar a la pista con las mismas intenciones que al inicio del partido, presionando en la zona alta y buscando la portería de Raúl con algún lanzamiento lejano. Pero en esta ocasión los locales estuvieron más despiertos, con una defensa compacta que el contrario no podía perforar. Solo hacía falta que se consumieran los minutos para el Gran Canaria se desgastara, como así ocurrió. En el minuto 25, en un contragolpe muy bien movido por los locales, acabó con el cuarto tanto, obra de Josema, que le daba más firmeza al reencuentro con la victoria. El técnico canario optó por jugar de cinco, arriesgando al máximo, pero el choque se encontraba en un punto donde un gol más de los locales mataría por completo el choque.

El encuentro se convirtió en una lucha física por las posiciones, quedando anulada la vistosidad para el aficionado. De todas formas, el combate estaba a favor de los locales, ya que el crono corría a su favor. El monólogo canario se hacía eterno, pero ciertamente el Plásticos Romero tenía muy controlada la situación. A falta de siete minutos, la victoria cartagenerista ya estaba casi sentenciada tras marcar Adeirton el 5-2. Dos minutos más tarde, Enrique ya dejaba aniquilada definitivamente la contienda al anotar el sexto de su equipo y el segundo personal de la noche. Con el 6-2, el Gran Canaria dejó de insistir y terminó bajando los brazos. En el minuto 36, Raúl paró un penalti a Pablo Salado y el encuentro acabó con la guinda de un nuevo tanto de Adeirton y con la afición disfrutando y coreando la consecución de tres puntos que dejan una aroma a salvación al obtener ya una renta de ocho puntos sobre el decimoquinto clasificado.