«No me importa ni me preocupa lo que piense Fran Serrejón, lo que me importa es mi trabajo. No soy perfecto y mi principal defecto es ese pronto que hace que por un segundo tratando de defender lo mío parezca que fuese un criminal. Asumo las críticas, pero no me preocupa lo que diga nadie, sino mi trabajo y no me interesa tampoco es estos momentos hablar de una posible renovación». Así trató ayer Duda, el entrenador de ElPozo, de calmar un poco las aguas en un club en el que la sanción de ocho partidos al técnico ha sentado como un jarro de agua fría en una directiva que confiaba en que el preparador hispanobrasileño no iba a volver a protagonizar ningún escándalo como el puñetazo del miércoles al jugador del Inter Rivillos en lo que supone una nueva mancha en el historial del entrenador y del propio club.

El director general del club, el exjugador y excapitán del equipo Fran Serrejón, tiró de autoridad en una rueda de prensa el miércoles para dejar claro que «a nadie le gusta aparecer en los medios por este tipo de acciones y se lo hemos hecho saber a Duda. El propietario y el presidente le han hecho ver que no puede ser, que es otra acción que no está acorde con la filosofía del club y que nunca debió haber ocurrido».

El tirón de orejas de Fran Serrejón no fue ayer muy bien encajado por Duda, aunque el responsable del banquillo murciano aprovechó para decir públicamente que «yo hablé con Tomás Fuertes y le expliqué perfectamente todo, así que no me importa lo que piense Fran». Dice la verdad el hispanobrasileño cuando asegura que habló con el propietario de la entidad, pero al técnico de ElPozo se le olvida relatar que el mismo día que habló con Fuertes, esa misma tarde, se produjo una reunión por parte de la directiva en la que la figura de Duda como entrenador de la primera plantilla salió seriamente perjudicada.

El hecho de que Duda sea reincidente en capítulos de este tipo que siempre van acompañados de agresiones, la mala racha de resultados de esta temporada en la que no se están cumpliendo los objetivos y el hecho de que termina contrato al final de la temporada han sido motivos que han abierto antes de tiempo el debate sobre la continuidad de una persona que lo ha ganado casi todo desde el banquillo de ElPozo, pero que últimamente solo es protagonista por incidentes de este tipo. De lo que Duda habló con Tomás Fuertes por la mañana hasta la información que recibió el presidente del Grupo Fuertes esa misma tarde hubo tiempo suficiente como para que, a estas alturas, el futuro de Duda sea más incierto que nunca, motivo por el que el laureado técnico quiere zanjar el tema cuanto antes y pasar a otro capítulo.

En el capítulo deportivo, ElPozo visita hoy al Magna Gurpea, en lo que será un anticipo de la final de la VII Copa del Rey, con Josan González como entrenador provisional en sustitución de Duda. También faltará el brasileño Matteus, a pesar de que ha viajado después de que el Juez Único de Competición le haya reducido la sanción a tres partidos, de los que ya ha cumplido uno, por los incidentes del mismo choque por el que también fue sancionado Duda. También se desplazan con la primera plantilla los jugadores del filial Alberto García y Darío Gil para este duelo ante otro de los históricos del fútbol sala nacional.

«Duda no es tonto y sabe que lo que ha pasado es un traspié a la hora de renovar su contrato», dijo un Fran Serrejón que si hace diez años era el mejor líder sobre la cancha que ha tenido el hispanobrasileño, ahora parece que ya no confía tanto en su maestro. Aunque es un debate que siempre se ha evitado, el matrimonio entre Duda y ElPozo lleva tiempo tambaleándose y nadie puede descartar el divorcio.