Su debut con el Real Murcia en Primera División en La Condomina ante el FC Barcelona cuando sólo tenía 16 años y 202 días le convirtió en el futbolista más joven en debutar con el club grana y uno de los más precoces en estrenarse en la máxima categoría del fútbol español. Era el 4 de mayo de 1975 y enfrente tenía a futbolistas de la talla deJohan Cruyff, Rexach, Neeskens, Migueli o Gallego. A partir de ese momento la carrera deportiva de Patricio Pelegín Nicolás (Beniaján, 14/10/1958) en el club grana le convirtió en uno de los jugadores más queridos por la hinchada murcianista. Además llegó a ser internacional con la selecciones españolas sub-18 y sub-20 en 14 ocasiones, por lo que puede ser calificado como el mejor juvenil del Murcia de todos los tiempos y, sin lugar a dudas, uno de los de más clase de España. Tras su llegada a las categorías inferiores del Murcia, el de Beniaján se desarrolló personal y futbolísticamente en el club, que entonces tenía su sede en la calle San Antonio de la capital. De niño, además de jugar en las bases, fue botones de la entidad que entonces presidía Moreno Jiménez y allí se sacaba "algún dinerillo, porque no me gustaban nada los estudios y en el Murcia tuve mi primer trabajo", comentaba. Aunque posteriormente pasaría por cuatro equipos más al margen del grana (Córdoba, Castellón, Orihuela y Torreagüera), conoció todas las categorías del fútbol español con los murcianistas, ya que jugó en Primera, Segunda y Tercera División, y en La Condomina forjó una leyenda que podría haber sido todavía mayor si Pelegrín hubiera aceptado la oferta que tuvo del Barcelona cuando tenía 16 años y 7 meses y varios técnicos del club catalán le tentaron con marcharse al Nou Camp tras su debut en la máxima categoría, aunque "no me marché porque estaba muy a gusto en Murcia", aseveraba. Pelegrín paseó su gran técnica por los principales campeonatos juveniles de mediados de los años 70, como la Copa Mundial de la FIFA sub-20, en la que jugó con España realizando grandes encuentros al lado de jugadores que marcarían época en el fútbol español como López Ufarte, Buyo o el exbarcelonista Lobo Carrasco, con quien forjó una gran amistad. Tras su fugaz debut en Primera, su consagración en el Murcia no llegaría hasta la temporada 1977/78, en Segunda División, en las que disputó 25 partidos de Liga y 7 de Copa a las órdenes de Carmelo Cedrún, consiguiendo 5 goles entre ambas competiciones. Dos años después ascendería de nuevo a Primera con el equipo grana, jugando 7 partidos de Liga y 4 de Copa y marcando 3 tantos en el torneo del KO (temporada 1980/81). El equipo descendió y después de dos campañas en Segunda, Pelegrín afrontaría en la 1983/84 su última temporada en Primera y su despedida del Murcia. Su gran

técnica y garra le convirtieron en uno de los emblemas para la hinchada murcianista y aún hoy muchos le califican como el gran valor de la cantera grana. Al abandonar el fútbol fue contratado como comercial en Juver, empresa a la que llegó de la mano de su propietario, Juan Valverde. Estaba alejado del fútbol y casado con Esmeralda. Tenía dos hijos, Esmeralda y Patricio también futbolista.