­ElPozo Murcia se impuso a Santiago por 6-2 en un encuentro en el que pudo tomar un respiro tras tanta polémica. Pasada la tormenta por lo sucedido ante el Inter, con las aguas tranquilas, ElPozo se dedicó a jugar mostrando que el verdadero protagonismo lo tiene su juego. Y, con el balón, el cuadro murciano sabe enamorar. Potenció sus mejores virtudes y minimizó carencias para desarbolar a un Santiago bien plantado sobre la pista aunque algo inoperante en ataque, ofreciendo un encuentro relativamente plácido y controlado para sumar un nuevo triunfo.

No pudo comenzar de mejor forma el encuentro para ElPozo, que a los dos minutos hizo el primero gracias a Pito tras un disparo del pívot que tocó en un defensa y se alojó en el fondo de las mallas. Adelantarse tan pronto permitió al cuadro local jugar con una mayor comodidad, disfrutando de ocasiones y controlando a un Santiago al que le entraban las prisas cuando tomaba posesión del esférico.

Llegado el ecuador de la primera parte, podía decirse que los de la capital del Segura tenían el dominio del choque, pero les faltaba finalizar las jugadas. El equipo gallego había realizado tímidos acercamientos sin mucha fortuna y Fede, que ayer sustituía a Fabio, había solventado sin mayores problemas el trabajo que le habían dado. Luego, llegó el gol de Raúl Campos en una contra iniciada por el mostoleño. Poca batalla estaba presentando el cuadro de Santi Valladares y ElPozo destilaba la tranquilidad que otorga tenerlo todo a favor, llevar peligro y no sufrir demasiado en labores defensivas. Además, le regalaron el tercer gol. El portero visitante decidió coger el esférico y adentrarse en campo contrario perdiéndolo, oportunidad que aprovechó nuevamente Pito. Sin embargo, poco antes del descanso Pablo Tallón recortaba distancias avisando que no se iba a celebrar una fiesta a costa del Santiago.

En el segundo acto tampoco es que cambiase radicalmente la tónica del encuentro. Sí es cierto que el cuadro gallego dio un paso al frente y lo intentó con mayor profundidad, pero no hubo demasiada sensación de peligro. Los pupilos de Serrejón se encontraban como en casa, nunca mejor dicho, e hilvanaron jugadas de muchos quilates que, aunque no se tradujeron el gol, sí arrancaron los aplausos de los asistentes. Pito, de hecho, fue ovacionado. El brasileño lleva el desborde en la sangre y tiene clase para traer muchas alegrías.

Un final de lo más plácido

A menos de diez minutos para la conclusión, en otra buena combinación, Marinovic hizo el cuarto a pase de Álex, dejando prácticamente sentenciado el choque. Después llegarían tres nuevos goles, uno de ellos del canterano Piqueras, para cerrar un plácido choque para ElPozo, que necesitaba de una tranquila victoria tras una semana demasiado intensa.