La palabra 'autocrítica' sigue sin aparecer en el diccionario de Paco García. Ayer, tras empatar en Melilla y sumar la tercera jornada sin ganar, el preparador murcianista se mostró satisfecho con el punto conseguido en un «campo muy difícil», afirmando incluso que «estos partidos antes los perdíamos siempre y ahora somos capaces de ganarlos o no perderlos».

Intentando pasar página cuanto antes, el entrenador grana señalaba tras el choque en el Álvarez Claro que será el domingo frente al Linense cuando «se va a ver el trabajo que estamos haciendo con los nuevos». Esa frase llega justo un mes después de que indicase que todos los partidos de la segunda vuelta iban «a ser finales».

«El encuentro de hoy -ayer para el lector- era muy diferente a lo que nos encontramos habitualmente por el tipo de terreno, por el tema del viento, por el rival, que te hace jugar de forma diferente. Yo solo quiero ver al equipo en Nueva Condomina el próximo domingo, ahí es donde se va a ver todo el trabajo que estamos haciendo con la gente que ha llegado nueva», comentaba el murciano.

Sobre lo visto sobre el césped del Álvarez Claro, Paco García indicaba que «era como lo esperábamos». «Un partido igualado y muy disputado, marcado por el tema del viento», decía, añadiendo que «esperábamos al Melilla de siempre, que lleva una muy buena campaña, con trabajo, presión, actitud, haciendo cosas bien. Sacar los tres puntos aquí es muy difícil». «La primera parte ha estado marcada por el viento. Ellos han tenido más el balón, pero no recuerdo ocasiones claras. En la segunda, con el viento a favor, hemos sido capaces de generar, pero cuando mejor estábamos ha llegado la expulsión».

De la roja al meta Diego Rivas también habló el técnico murcianista, quien consideró que era «justa». En cuanto a la lesión de Juanjo que le impidió ser de la partida indicó que «arrastraba molestias en el tobillo y hoy -ayer para el lector- al pincharle se le ha dormido la zona y no ha podido jugar».

Paco García también fue cuestionado por si teme por su continuidad en el Real Murcia. Los últimos resultados, pero sobre todo la incapacidad de los granas para mostrar sensaciones esperanzadoras de cara al sprint final del campeonato, han hecho que se empiece a mirar al banquillo, donde hasta ahora el murciano se había salvado, al defender que la plantilla no tenía la capacidad suficiente. Pese a ello, el preparador del Barrio del Carmen no teme por su puesto. «Trabajo día a día, centrándome en lo que puedo dominar. Lo otro no depende de mí», comentaba, añadiendo que «me extrañaría que me despidieran». «En ningún momento he visto desconfianza del consejo de administración en mi trabajo. Todo han sido muestras de apoyo, así que me extrañaría mucho que tomaran esa decisión», concluía el entrenador murciano.