El Lorca FC sumó otro triunfo a su casillero tras vencer al máximo goleador del grupo IV, el Granada B, por 2-1, quien dejó buena impresión en el recinto lorquino. Los lorquinos volvieron a ser letales de medio campo hacia adelante. Dos grandes goles de Poley y Carlos Martínez dieron un merecido triunfo a su equipo ante el filial granadino, que neutralizó rápido el primer tanto local, pero después no exigieron demasiado la meta de Dorronsoro. La directiva del Lorca FC quiso llevar a cabo un minuto de silenció por los jóvenes fallecidos en el accidente de Torrepacheco. Los jugadores locales lucieron brazalete negro, pero el colegiado no lo autorizó al no tener orden de la Federación Española. El técnico local, Julio Algar, convocó a los cuatro jugadores llegados en el mercado invernal, Rojas, Abel Gómez, Ojeda y Jaime Moreno, pero solo los dos primeros salieron de inicio.

Los lorquinos empezaron mandando en el partido. A los cinco minutos pudo llegar el primero. Gran jugada por la izquierda, llegó Pomares al área, la puso atrás donde Noguera, libre de marca, se relajó y su disparo a placer salió alto. Cinco minutos después Manu Onwu disparó sobre la marcha, pero Paul realizó una gran intervención.

Los locales estaban siendo mejores, jugando con más criterio, elaborando desde atrás y cuando el cuero llegaba a Noguera, se atisbaba que algo podía pasar. Y pasó. En el minuto dieciséis, Noguera sirve a Poley y este con mucha elegancia y maestría colocó el esférico en las escuadra izquierda de Pol, inaugurando el marcador del partido y el suyo particular en la presente campaña.

A tenor de lo que se había presenciado hasta ese momento, ningún presente podía imaginar que dos minutos después, el Granada B empatara el choque. Un centro desde la izquierda, despeje defectuoso de Dorronsoro, el balón quedó suelto dentro del área local, la portería desguarnecida y Matheus solo tuvo que empujar.

A partir de ese momento, el partido se equilibró y el Granada B empezó a aparecer en ataque mucho más hasta el punto de meter el miedo en el cuerpo a los lorquinos. Los fantasmas del pasado en cuanto a errores defensivos y del meta volvieron a aparecer. El Granada B dominaba y el Lorca al contragolpe pudo marcar en el minuto veintidós. Buena acción de Onwu y Poley, escorado dentro del área, disparó pero el meta visitante estuvo muy acertado. Diez minutos después, una falta rápida botada con pillería por Poley a Urko Arroyo no acertó el último delante de Pol. Antes del descanso, el filial granadino pudo marcar. El colegiado no pito un claro penalti de Pina a Entrena. A continuación, balón a la espalda de Molo, Dorronsoro salió en falso y Entrena envió fuera.

Al final del primer acto, empate justo ya que ambos equipos dispusieron de las mismas claras ocasiones para marcar. Sorprendió la salida del equipo local, dando el balón a su rival. Mucha lentitud en las acciones y demasiados hombres por detrás del balón. Sin embargo, el Granada B no sabía lo que hacer con él. Se habían intercambiado los papeles, pero el Lorca siempre supo cómo tenía que jugar.

Algar realizó una sustitución clave. Quitó a Poley, quien a excepción del gol, poquito más y dio entrada a Carlos Martínez. El visitante Pawel estuvo a punto de marcar en su portería. Centró Urko Arroyo y el central granadino cabeceó cerca del larguero. Era el minuto cincuenta y siete. Siete minutos después, Carlos Martínez señaló un desmarque desde la derecha, de dentro hacia fuera, Abel Goméz, en el círculo central lo vio, envió un milimétrico pase, el jugador local realizó un control magistral y su raso disparo entró pegado al poste izquierdo de Pol. Un golazo, por lo sobresaliente de todos los conceptos de la jugada. Sin duda lo mejor del choque. El Lorca había logrado el objetivo. A partir de ahí se jugó cuándo y cómo quiso el equipo de Algar. Tuvo el balón, no le importó no atacar, pero el Granada tampoco mostró demasiada ambición pese a salir con todo su arsenal.