Trescientos mil euros que pueden llegan a convertirse en dos millones de euros si debuta en la Premier League han provocado que el Valencia Club de Fútbol haya vendido al Manchester City de Pep Guardiola a un joven delantero de solo 16 años de edad de nombre marroquí y nacido en Santomera. Se trata de Nabil Touaizi, un espigado delantero de 1,80 metros de estatura criado en el club santomerano, donde jugó hasta su primer año infantil. Su traspaso ha causado un gran revuelo en la capital del Turia, donde Touaizi se había convertido, pese a su juventud, en la gran esperanza de la cantera. El pasado mes de diciembre había acumulado ya 70 goles desde que llegó en el verano de 2014 a los infantiles.

Nabil, que es un asiduo de la selección española sub-17 aunque en el futuro podrá elegir si jugar con España o con Marruecos, nació en Santomera, donde su familia se asentó hace diecisiete años. «Salió de nuestra escuela, jugó la liga prebenjamín y militó en el equipo benjamín que se proclamó campeón regional. Siguió en alevines y en el primer año de infantiles empezaron a llegar ofertas de buenos equipos», cuenta José María María Pinar, secretario del Club de Fútbol Santomera. «Cuando terminó la etapa alevín lo llamaron del Real Murcia y el Ranero, entre otros, pero el crío, que entonces estudiaba en el Colegio Ricardo Campillo y posteriormente pasó al Poeta Julián Andúgar, prefirió quedarse aquí porque quería estar con sus amigos y compañeros. Después vino a verlo el Real Madrid y lo mandamos varios días a Valdebebas con un monitor nuestro para que entrenara allí, pero el Madrid tenía planes planes a más largo plazo para él. También lo llamó el Barcelona, el Málaga, el Villarreal y le dimos permiso para que jugara el Mundialito con el Elche. Entonces fue cuando llegó el Valencia, su madre decidió que era el mejor equipo para él y le ha salido bien», comenta Pinar sobre la trayectoria de un futbolista que esta tarde, a las siete y media, recibirá un homenaje en el salón de actos del Ayuntamiento, donde familiares, amigos y compañeros de Touaizi en Santomera le despedirán antes de partir hacia Manchester para enrolarse en las categorías inferiores del club que está dirigido en los despachos por Txiki Beguiristáin.

¿Pero qué tiene Nabil que le hace especial? Pinar lo tiene claro: «Primero, una potencia física descomunal. Tiene ventaja física sobre todos los demás jugadores desde que era benjamín, aparte de que es un muy buen definidor. No te puedo decir los goles que metió con nosotros porque perdimos la cuenta. Físicamente es muy potente y técnicamente está muy bien dotado, es un gran definidor. En Santomera no teníamos los medios para que siguiera creciendo, pero en Valencia lo han tratado nutricionistas y preparadores físicos y ahora lo ves y está hecho una bestia», explica.

El Santomera, sin compensación

El Santomera, de momento, no va a sacar tajada de todos los movimientos que están rodeando a la joven perla que se crió en su cantera. «El Valencia no nos dio nada en su momento, no actuó de forma caballerosa, como tampoco hizo por otros dos chavales nuestros que juegan allí, Guillermo Lozano e Iván Muñoz Pereñíguez, ya que contactó directamente con los familiares, aunque nunca le hemos puesto ningún impedimento a los chicos. Cuando se fue Nabil, estuvimos hablando con ellos, pero no nos dieron nada porque estaban en el proceso de la marcha de Amadeo Salvo y la llegada de Peter Lim. Con que nos hubieran regalado quince o veinte balones, ya nos habrían ahorrado la mitad de nuestro presupuesto para material de un año. Ahora estamos viendo si nos tienen que dar algo porque tenemos los derechos de formación por su primer año de fútbol once», explica el secretario santomerano.