El 13 de noviembre se convertía en una fecha clave para el FC Cartagena. El 2-0 que le endosó al Atlético Sanluqueño lo aupó al primer puesto, que ahora detenta con apuros, y se convertía en líder después de tres años sin oler el adormecedor aroma que desprende la primera posición. Precisamente este perfume está acabando con ese estilo que destilaba el conjunto albinegro y que encandilaba a sus aficionados.

Desde el 13 de noviembre el FC Cartagena no sabe lo que es ganar un partido en su campo, en el Cartagonova. Los entrenadores hablan siempre de convertir sus terrenos de juego en el centro de operaciones donde tejer los éxitos de una temporada. Hasta la jornada decimocuarta, el equipo cartagenero estaba convirtiendo esta tesis en la base de sus grandes resultados: 7 partidos disputados en casa con seis triunfos y una derrota. Diecisiete goles a favor -2,4 tantos por partido- y tan sólo 6 tantos recibidos, a menos de uno por jornada. Solo Jumilla y Villanovense le superaban en las estadísticas, pero ni los del Altiplano ni los extremeños eran tan efectivos como los albinegros a domicilio.

Pero tras doblegar al Sanluqueño, el balance de resultados ha empezado a caer, hasta el punto de que en las jornadas decimosexta, decimoctava y vigesimoprimero ha sumado dos puntos de nueve posibles -un 22% de los puntos conquistados-. El equipo albinegro ha pasado de unos números dignos de un equipo lanzado a la Segunda División, a unos preocupantes dos puntos con tres goles a favor y cuatro en contra.

El FC Cartagena no tiene esa alegría de la primera parte de la competición en sus encuentros en casa. El propio entrenador albinegro reconocía el pasado domingo, tras caer frente al Córdoba B, que sus jugadores no llegan con la misma facilidad al marco contrario que como cuando goleaban sin dificultad a La Roda, Linares, Mancha Real o Marbella, por ejemplo.

Al equipo no le cuesta hacer goles sino generar opciones ofensivas y mientras ha podido disfrutar de la contundencia defensiva ha salvado el partido, pero cuando la zaga ha caído en errores de bulto que han costado goles, las miradas vuelven a girarse hacia ese grupo de jugadores que han perdido la chispa y han caído en un sopor en su fútbol del que no son capaces de despertar.

Cuatro rivales de peso en casa

A excepción de El Ejido, próximo rival en el Cartagonova, los de Monteagudo reciben a cuatro rivales en su campo que están entre los mejores -Mérida, Melilla, San Fernando y Real Murcia- y que van a poner en constante prueba la capacidad de reacción de un equipo que atraviesa su primera crisis de la temporada y que ve cómo los más inmediatos perseguidores, como el Lorca o el Marbella, acechan demasiado cerca como para permitirse más errores.