La ausencia de Vítor Faverani, que anoche se hizo oficial su fichaje por el Barcelona Lassa, puede ser una de las razones por las que el UCAM CB Murcia cayó ayer en el Martín Carpena. Pero agarrarse solamente a eso sería tapar el sol con un dedo. El Unicaja volvió a destapar todas las carencias de una plantilla que no enseña sus virtudes y que está acostumbrándose a perder. Y esa era una de las preocupaciones de Facundo Campazzo hace unas semanas, cuando habló en los micrófonos de Movistar + tras el triunfo ante el Bilbao Basket.

Quizá por eso se entienden los 22 puntos del argentino ante un equipo que se dedicó a ahogar su juego y que así logró cortocircuitar a todo el UCAM. El conjunto universitario utilizó de nuevo las mismas soluciones que en otras ocasiones no le sirvieron para ganar y en el juego interior buscó a un Delía que ayer no estuvo acertado debajo del aro en la primera parte, aunque destacó en el rebote con siete capturas.

La baja de Soko, que se podría prolongar todavía más al tener que ser intervenido de su tobillo, es otro de los lastres que lleva arrastrando el equipo desde hace más de un mes. Y, pese a que desde el club están poniendo todos sus esfuerzos en incorporar estos días a un pívot puede que eso no sea suficiente, ya que el calendario que afronta el UCAM este mes, cargado de partidos exigentes entre Eurocup y ACB, tampoco acompaña demasiado.

No obstante, pese a todo eso, el conjunto murciano supo aguantar el tipo en los primeros veinte minutos gracias a su voluntad defensiva sabedores de que sin Vítor Faverani tendrían que repartir esfuerzos. La misma receta que el UCAM empleó en el primer encuentro de esta temporada ante el Unicaja -en el Palacio y en Eurocup- donde los murcianos no pudieron contar con Campazzo al sufrir una fractura en los huesos propios de la nariz y finalmente la victoria se acabó quedando en casa.

Sin embargo, dos de los verdugos del UCAM ya son viejos conocidos en este tipo de batallas. Dejan Musli y Adam Waczynski le tomaron la medida desde hace mucho tiempo a los universitarios cuando defendían las camistas del Manresa y el Obradoiro, respectivamente.

Y, ayer, se sumaron al intercambio de golpes Kyle Fogg, Nedovic y Jamar Smith. En el constante cuerpo a cuerpo los locales salieron claramente victoriosos. Los puntos de Campazzo y Antelo le dieron la primera ventaja en el marcador al UCAM en los primeros compases de juego hasta que aparecieron Nedovic y Brooks (9-10). Los jugadores de Óscar Quintana, entrenador universitario, saltaron concentrados y el Unicaja se tuvo que ver obligado a pedir tiempo muerto para ajustar sus esquemas.

Las órdenes de Joan Plaza, entrenador local, dieron su fruto y, tras dos fallos bajo el aro de Delía, el Unicaja igualó el marcador al término de los primeros diez minutos (15-15). Dani Díez y Smith lideraron el primer arreón del Unicaja al que respondieron Pocius, con un triple, y Campazzo, desde el tiro libre. Kyle Fogg y el propio Díez castigaron otra vez los fallos en ataque del UCAM (27-22), aunque los universitarios consiguieron reaccionar de nuevo para ponerse por delante en el luminoso durante unos segundos (30-31).

Los ataques universitarios eran muy cortos y Billy Baron acabó subiendo el balón como base ante el constante marcaje a Campazzo. Antes de eso, la entrada de Llompart tampoco arrojó algo de luz al juego visitante y Musli acabó castigando el poste bajo antes del descanso para que el Unicaja se marchase por delante al túnel de vestuarios (35-30).

El tercer cuarto volvió a ser la asignatura pendiente de la plantilla de Óscar Quintana. El Unicaja aprovechó esos minutos de incertidumbre en el equipo murciano para mover bien el balón y encontrar siempre la mejor selección de tiro, que refrendó con el acierto de sus jugadores más entonados (42-37). A partir de ahí, los locales firmaron un parcial de 11-0 que dejó muy tocado al UCAM. Con la ausencia de Faverani, Olaizola contó con minutos, pero no aprovechó su oportunidad.

Los universitarios siguieron mostrándose imprecisos en ataque y con ansiedad por anotar lo antes posible sin mover a su rival (53-47). Un triple de Baron cortó la mala racha, pero Musli encontró demasiadas facilidades en el poste bajo y terminó por noquear al conjunto murciano, que daba la impresión que comenzaba a bajar los brazos tras una antideportiva que convirtimo Smith. Aunque Martynas Pocius puso el punto y final a la media hora de juego (que acabó con un parcial de 31-18), con un triple (66-48).

En los últimos diez minutos de juego, solo el empeño de Campazzo y los puntos de Baron consiguieron maquillar una derrota que pudo ser todavía más sonrojante. El base argentino comenzó a abrirse hueco entre los jugadores que antes sólo le cerraban y cogió las riendas del juego universitario (72-53). Ndiaye, un jugador que ha pretendido el UCAM esta semana para reforzar su juego interior pero que ha descartado su incorporación al no poder jugar Eurocup, sacó su carta de presentación con un tapón.

Los universitarios empezaron a perseguir sombras en defensa, pero no se resistieron en ataque y firmaron un parcial de 0-9 casi sin hacer ruido que provocó que el Unicaja volviese a emplearse a fondo en los últimos minutos (80-69). Campazzo y Baron, con dos triples, se convirtieron en los máximos anotadores del UCAM del partido con 22 puntos y dejaron un marcador mucho más benévolo para lo que realmente se vio en la pista (88-76).